Últimamente, no se porqué razón, he redescubierto o quizás la venda se me haya caído, quitando alguna que otra excepción (aunque no lo parezca las hay) y sin que nadie se sienta ofendido pero sin duda los hombres son unos inmaduros y lo peor es que cuando crecen no cambian.
Se suelen comportar como un niño caprichoso de forma reiterada, a pesar de tener más de treinta años y realmente no alcanzo a ver y/o reconocer dónde está el límite entre sus encantos infantiles y el adulto egoísta. Tenía o creía tener la vaga esperanza de que la idea de inmadurez de los hombres o de que podían cambiar, y aunque parezca lo contrario, ellos ya hayan crecido, no se ha producido el cambio (y mira que lo intentan disimular).
Creo que independientemente de si se tiene pareja (me puedo equivocar) o no (o estás en ello) es posible tener dos sentimientos al mismo tiempo hacia ellos: por un lado, te dan momentos maravillosos, te hacen reír, te escuchan, está claro que nos quieren; pero por otro, cada vez que se les ve con
En un blog donde leí acerca de este mismo tema pero referido a una chica que tenía novio, que además de mencionar que los hombres tenían una eterna “mamitis” y/o dependencia de la madre (y no cambiaría su egocentrismo el de los hombres, el mero hecho de odiar a la suegra) también decía los hombres que se resisten a crecer lo hacen básicamente por una cuestión de ombliguismo, es decir, que tienen la necesidad de sentir que siempre ganan, que siempre se hace lo que ellos creen que se debe hacer. Y, por tanto, buscan a su lado personas que cedan ante sus continuas peticiones. Sin olvidar el tan siempre comentado síndrome de Peter Pan que se caracteriza entre otras cosas porque la personalidad masculina en cuestión es inmadura y narcisista.
En definitiva, así, se entierra de una vez por todas, la idea de que nuestro chico es un adulto sometido a su niño interior: es un adulto que, de forma deliberada, actúa sin tener en cuenta lo que puedan sentir los demás, ni siquiera nosotras. Se tienen dos opciones: o te alejas de los inmaduros buscando la excepción (puedes caer en el intento) o bien aprendes a sobrevivir a él.
Tendríamos que tener en cuenta que el inmaduro huye por miedo de ser apresado, ya que suele perseverar en su deseo de ser un eterno Don Juan, en estos casos, difícilmente se conseguirá un compromiso afectivo por su parte. Sinceramente, no he llegado al punto de reconocerlos fácilmente (a los inmaduros, claro, no soy ni Sherlock Holmes ni
Resumiendo, son personas que se centran en recibir, pedir, incluso criticar, y en mucha menor medida, en dar. Creo que sería un error expresar nuestra furia interna cuando detectemos que hace horas que no nos tienen en cuenta para nada, vamos que pasan de nosotras ya que no solucionaría el problema y así el inmaduro se encapriche aún más, castigándote de nuevo con su conducta de aislamiento. En lugar de enfadarnos, ignorémoslos y organicemos nuestras vidas alrededor de actividades que nos beneficien a nosotras mismas, a ver si con nuestra ausencia o nuestro pasotismo sea un mensaje para que ellos no puedan pasar por alto mucho tiempo.
C.A.C.