Aquel famoso refrán de que el amor es ciego, es cierto en un 90%, en un 10% es falso, porque sí que lo vemos, lo que ocurre es que aun así preferimos ignorar lo que vemos que no nos gusta. Y es que cuando estamos enamorados, tendemos a justificar comportamientos que no le perdonaríamos ni a nuestra madre, y mucho menos a nosotras mismas, pero cuando lo hace él, el objeto de nuestro amor, casi siempre encontramos una razón de estrés, mal día, o un simple “pobrecillo…” que lo justifique. Yo ya pasé por eso, justificaba lo injustificable, pero claro de eso no me di cuenta hasta que ya todo se acabó. Espero haber escarmentado, y no volver a caer de nuevo en lo mismo, evidentemente estaré más alerta, pero ya se sabe que el ser humano es capaz de tropezar con la misma piedra toda su vida, aunque con cada caída se abra la cabeza, o en este caso el corazón.
Todo esto viene a colación, porque en la pareja de una muy querida amiga, estoy observando comportamientos que me hacen saltar todas las alarmas, no se si yo estoy más suspicaz de la cuenta por mi experiencia pasada; pero al igual que en mi caso la gente cercana a mi era consciente de las cosas que yo no quería ver, quizá en éste, soy yo la observadora neutral de la ONU que se inquieta por los comportamientos del macho celoso, posesivo y humillador. El problema de ésto, es la impotencia de no poder hacer nada, nunca me metería en las cosas de una pareja, cada uno lleva la relación como quiere y conoce como son las cosas de verdad, al fin y al cabo, yo soy una observadora parcial que quiere lo mejor para una amiga, y ya se sabe, muchas veces todo nos parece poco para ella. Nadie me advirtió a mí, entre otras cosas porque yo no le hubiera hecho caso, quizás sólo hubiese provocado mi distanciamiento con la persona que criticase a mi pareja.
Así pues, sólo me queda observar y cabrearme en silencio porque traten a mi amiga de una forma que no se merece, y estar ahí, por si algún día necesita mi apoyo dárselo la primera.
Chicas, intentemos escarmentar, aprendamos a quitarnos la venda, nosotras nos merecemos lo mejor, por cierto os autorizo a que me deis un cogotazo si me veis hacer el tonto por un chico.
E.M.
Todo esto viene a colación, porque en la pareja de una muy querida amiga, estoy observando comportamientos que me hacen saltar todas las alarmas, no se si yo estoy más suspicaz de la cuenta por mi experiencia pasada; pero al igual que en mi caso la gente cercana a mi era consciente de las cosas que yo no quería ver, quizá en éste, soy yo la observadora neutral de la ONU que se inquieta por los comportamientos del macho celoso, posesivo y humillador. El problema de ésto, es la impotencia de no poder hacer nada, nunca me metería en las cosas de una pareja, cada uno lleva la relación como quiere y conoce como son las cosas de verdad, al fin y al cabo, yo soy una observadora parcial que quiere lo mejor para una amiga, y ya se sabe, muchas veces todo nos parece poco para ella. Nadie me advirtió a mí, entre otras cosas porque yo no le hubiera hecho caso, quizás sólo hubiese provocado mi distanciamiento con la persona que criticase a mi pareja.
Así pues, sólo me queda observar y cabrearme en silencio porque traten a mi amiga de una forma que no se merece, y estar ahí, por si algún día necesita mi apoyo dárselo la primera.
Chicas, intentemos escarmentar, aprendamos a quitarnos la venda, nosotras nos merecemos lo mejor, por cierto os autorizo a que me deis un cogotazo si me veis hacer el tonto por un chico.
E.M.
Jolines, me he quedado preocupada ¿qué amiga será? Pero qué rabia me da.
ResponderEliminarEs una mierda no poder entrometerse en las cuestiones de pareja de las amigas, porque lo más seguro es que no le soluciones nada, sino que la rayes más. Pero si la quieres, quizás deberías, no decirle directamente que estás viendo esos celos y posesividad en su pareja/novio/marido, pero sí hablar mucho con ella y tratar de que salga más sola y darle pie a que imponga su independencia. Qué difícil es ver a una amiga que tiene una venda y quitársela sin hacerle daño. Por favor, si yo tengo venda alguna vez, quitádmela, poyes, que no me iba nunca a enfadar con vosotras. Soy una persona objetiva y agradezco siempre el diálogo y que me hagan ver cosas que yo no pueda atisbar aunque las tenga delante de mis narices.
Si necesitas apoyo, aquí estamos.