1. La persona que no entiende el concepto de “butacas numeradas”
- Buenas tardes
- Hola, buenas tardes
- Quería dos entradas para High School Musical a las 17:00
- De acuerdo, la sala tiene 20 filas, ¿le parece bien la 11 en el centro?
- No, ponme en un pasillo mejor, y a poder ser, en la fila 15.
- Está bien, en la fila 15 de pasillo. Serían 12,10 €.
- Tenga. Bueno, pero... ¿las butacas son numeradas?
- Hola, ponme dos entradas para La isla de Nim, que estén más o menos por el centro.
- Las butacas no son numeradas, puede sentarse donde quiera.
- Vale, pues ponme en la fila 10 u 11.
- No, no, que es asiento libre. Siéntese donde quiera.
- Vale, pues eso, alrededor del centro.
- Señora, se sienta DONDE QUIERA. Usted entra, ve un sitio, y se sienta.
- Ah, pero ¿no son numeradas?
(Y entonces yo decido suicidarme. Además, curiosamente esta situación se repite cliente sí, cliente no)
2. Luego están los que se inventan los títulos de las películas:
“El niño con el pijama de rayas”, por ejemplo, tiene todas estas variantes:
- El niño del pijama
- El niño de rayas
- Las rayas
- El niño
- El pijama
- El niño con pijama amarillo (¿?)
- El niño con pijama a cuadros
“Viaje al centro de la tierra” también tiene sus versiones:
- Viaje al fin del mundo
- Viaje al fin del universo
- El viaje
3. Las pronunciaciones en inglés de algunos títulos también dejan que desear:
- Jischul music, Heshul music, Ji chol musical = High School Musical
- Fiful, Bejul, Baishul, Feogul = Beowulf
- De Race, Di ris, dish rise = Death Race
4. Luego, los que intentan explicarte dónde quieren el asiento:
- Mira, yo quiero dos entradas que estén por el medio, más bien arriba, pero tirando hacia abajo.
- Esto... ¿me puedes repetir?
- A mí dámelas lo más alto que puedas
- Vale, pues la última fila
- No hombreee...tan alto no.
(Entonces no me digas lo más alto que pueda...)
5. Los que ven películas donde nos las hay:
- Hola, quería una entrada para la película de “Cumpleaños”
- Disculpe, señora, creo que esa película no la tenemos.
- ¿Cómo que no? He visto un cartel detrás que ponía: “Celebra tu cumpleaños en XXXX Cines”. Lo que no sé es qué horario tiene.
- Hola, quería preguntar, ¿XXXX Cines de qué va?
- XXXX Cines es el nombre de esta empresa, caballero.
- Ah...bueno, es que como vi que venía en el papel del horario...
6. Por otro lado, los piropos que recibes:
Están los típicos chicos que intentan ligar contigo haciendo chistes facilones, y no se dan cuenta de que se repiten:
- Hola, guapa. Quería tres entradas, aunque bueno, si te vienes con nosotros serían 4...
Al rato viene un chico distinto con sus amigos, e intenta hacerse el original diciéndote:
- Hola, para ver la película de Tropic Thunder.
- ¿Cuántas entradas?
- Son 3, pero si tú te vienes serían 4...
- (Me parece que estoy teniendo un deja-vu)
También está el que consigue ser original:
- Hola, ¿qué tengo que hacer para conseguir la tarjeta del cine?
- Pues mire, tiene que rellenar aquí.
- Ah, vale, ¿y para conseguir tu número?
Y por último, un cuarentón sevillano muy saleroso:
- Me parece que vas a ir a la cárcel
- ¿Quién, yo? (con cara de, ¿he escuchado bien?)
- Sí, porque seguro que le has robado los ojos a la Macarena (con tono sevillano y gesticulando como si estuviera cantando una saeta)
7. Hay gente que se piensa que es especial:
Situación: Estreno de High School Musical. Cola kilométrica que llega hasta los aparcamientos. Llega una mujer a la taquilla y pregunta:
- Hola, perdona, yo es que vengo con mis niños a ver High School Musical... ¿también tengo que esperar la cola?
8. Y por supuesto, la mayoría no escucha una palabra de lo que le explicas:
- La sala tiene 20 filas. La verdad es que no queda mucho sitio, le podría poner en la fila 5 centrada o más arriba en los laterales. Bla bla bla bla (me rompo los cuernos explicando las filas que quedan libres, ya que el centro está todo ocupado)
- Mira, tú ponme en medio, tanto de fila como de altura.
- Pero es que no es posible, esto es lo que queda: (y le vuelvo a repetir el mismo rollo)
- No sé, no sé...mmm... ¿no me puedes poner por el medio?
Aunque es más desesperante aún con los grupos de 15 niños de 13 años que quieren pagar uno por uno. Intento explicarles que no se puede:
- Tengo que cobrar las entradas todas juntas, porque son numeradas y si las cobro de una en una podéis quedaros sin sitio.
- Vale, pues cóbrate una entrada de aquí (enseñándome un billete de 10 €)
- No, a ver, yo me tengo que cobrar el total. ¿Cuántos sois?
- Somos 15. Pero yo quiero una.
- (Se lo vuelvo a explicar): Hay 6 taquilleras vendiendo a la vez, y que es muy posible que caigais separados. Si eso os da igual, vale, pero si queréis estar todos juntos tiene que ser así)
- Queremos estar todos juntos, pero cóbratelas de una en una.
(Y así sucesivamente...)
9. También existe cierto número de personas que piensan que las taquilleras son videntes:
- ¡¡¡¡Dos!!!! (colocando con gran estrépito el dinero)
No digo nada, espero a que el pobre hombre reaccione y me diga, aparte del número dos, algo más.
- Vale, caballero, ¿dos, qué? entradas, supongo (espero que no sean zanahorias), ¿para qué película, hora...etc?
- ¡Pues para la de las 6! (¡era tan obvio!)
- Hay muchas películas que empiezan a las 6.
- Ay, pues es que no me acuerdo como se llama.
(Espérese usted, cojo la bola de cristal e intentaré averiguar qué película quiere ver...)