Dos grandes actores de distintas generaciones de fabulosas interpretaciones, dos portentos camaleónicos de la interpretación, cuyo recuerdo no caerá en el olvido tras su marcha.
Pocos saben que Betty Joan Weinstein
Perske era el verdadero nombre de Lauren Bacall la diva de mirada
felina y voz profunda, una de las últimas leyendas del Hollywood de la edad dorada,se nos fue la
semana pasada a los 89 años. Como la mayoría de los acores de su quinta inició su carrera en
elteatro y después empezó a
trabajar en elcine. Sus
interpretaciones la hicieron acreedora de múltiples premios, entre ellos unpremio del Sindicato
de Actores, unGlobo de Oroy dosTony. Por su trayectoria profesional recibió elÓscar
honorífico, así como elpremio Cecil B. DeMille, elCésar Honoríficoy elPremio Donostia. Seguía siendo considerada como un mito
del cine clásico y aún con 88 años participaba en filmes, siendo el últimoThe
Walker, el cual fue presentado en elFestival
de Cine de Berlín.
Robin Williams actor americano con eterna mirada de niño que consiguió emocionarnos y
hacernos reir a partes iguales. Ganó un Óscar y cinco Globos de Oro. Su talento para cambiar la voz e imitar acentos le permitió
hacer papeles hilarantes, como enMrs. Doubtfire. En la década del90, Williams alternó papeles cómicos con
interpretaciones dramáticas, realizando papeles de perfiles psicológicos muy
complejos como es el caso del filmRetratos de una
obsesión, y se convirtió en uno de los grandes actores
contemporáneos. Desde el principio de su carrera, Williams luchó con gran
esfuerzo para conservar su personalidad única como humorista y para convertirse
al mismo tiempo en un excelente actor de carácter. Tenía claro que no debía
perder sus cualidades propias, pero que necesitaba dominar la interpretación
para ser alguien en el mundo del cine. Consiguió ciertamente realizar su
objetivo. Considerado un actor de gran versatilidad tanto en comedia como en
drama.
Tras
una larga y genial reunión de amigos en la que la presencia femenina ganaba por
goleada a la masculina por 5 a 1 y en la que las risas abundaron hasta más no
poder como si no hubiese un mañana…..según los hombres nosotras tenemos el
poder aunque no nos demos cuenta de ello; y las mujeres dudamos de ese poder y
en el caso de que se tuviese realmente no funciona o como nosotras quisiéramos
que lo hiciese.
Al
menos en la generación de los taitantos, los hombres de nuestra quinta están
acostumbrados a que cuando salían con veinte años las chicas sólo sabían decir
no, no, no, no,…..sin apenas abrir la boca y sin saber lo que se les iba a
decir, lo primero y único que sabían decir era no, no, no,….con lo cual cada
vez que se acercaban a las chicas ya sabían de antemano la respuestas y llegó
un momento en el que ya ni lo intentaban, simplemente se dedicaban a salir con
los amigos en plan colegueo y listo.
No
se si las mujeres tendremos el poder o no, si los hombres por comodidad o
dejadez o lo que sea ya ni siquiera lo intentan, el caso es que no veo que se
acerquen ni los de 3….ni los de 4….y pocos. Ya se están empezando a acercan
esos viejillos entrañables que no tienen pelos en la lengua y no se cortan.
Somos
adultos, sabemos perfectamente lo que queremos y lo que no. Aunque sigamos sin
entendernos hombres y mujeres solo un poquito más de por favor y algo más de
atrevimiento (me refiero a ambos). Estamos en el siglo XXI y deberíamos poder
quitarnos la venda de la vergüenza y el qué dirán. Sólo somos personas en busca
de pasar un buen rato y disfrutar el momento.
Gabo así es como conocían familiarmente a ese Premio Nobel de Literatura cuyos 100 años de soledad le encumbran como el Cervantes del Siglo XX, como uno de los mejores escritores de habla hispana desde el otro lado del charco.
Discreto en todos los aspectos a los que los focos no le gustaban, hombre de leyes que se declinó por informar periodísticamente al mundo del Amor en Tiempos del Cólera.
Consiguió el más alto premio que le reconoció como uno de los mejores escritores de los últimos tiempos, en su sencillez y humildad no quiso recibir más premios para dejar espacio a los que venían detrás y los que iban por delante y aún no lo habían conseguido. Releyó sus propios escritos para no cometer errores y mejorar sus escritos inigualables y sin fallos.
Una escritura limpia y audaz.
Discreto fue en su día a día y discreto se fue sin alborotos. C.A.C.
Bien podría tratarse de un
deporte aéreo o de una atracción de un parque de atracciones o de un inminente
choque pero más bien no, al menos en este caso. Así es como veo por momentos y
a pasos agigantados a este bendito país nuestro, amado y tedioso a partes iguales, que en
líneas generales ha sido país de muchos y país de pocos, generoso, alegre y
trabajador al que le dan palos desde fuera y sin razones.
Un país que parece ir a la
deriva de unos altos cargos llámense políticos, llámense banqueros o como se
quieran hacer llamar, llenos de codicia y corrupción hasta la coronilla y más
allá. Quizás haya alguno “honesto” no vamos a generalizar pero el caso es que
uno enciende la televisión y lo único que encuentra es el atraco a mano armado
a unos ciudadanos que no paran de trabajar ganándose el pan con el sudor de su
frente para que unos tipejos vengan a decirles que deben de seguir unas normas
o leyes aprobadas por ellos mismos que son los primeros que se las saltan para
no cumplir.
Uno ya no sabe si reír o
llorar o liarse a guantazos con los petardos que se atreven a dictaminar normas
estrictas sin ton ni son porque supuestamente eso nos va a sacar del profundo
agujero negro en el que estamos porque sus señorías ni quieren ni van a querer
bajarse de sus majestuosos tronos. Se atreven a decirnos a los ciudadanos de a
pie lo que hacer para que luego ellos se cuelguen la medalla y vivan rodeados
de lujos mientras que los pobres desgraciados pierden lo que tanto trabajo les
ha costado ganar con el sudor de su frente.
Jóvenes que deben de marcharse
del lugar que les vio nacer, de la gente que quiere, de las costumbres de su tierra,…a
otros lugares para poder optar por un futuro mejor aunque tampoco sea oro lo
que reluce en el lugar que los acoja.
¿En qué país vivimos lleno de
hipocresías, mentiras, falsas apariencias y paripés sin sentido?. Un país de
pandereta que permite que la gente sufra la desgracia en sus propias carnes,
que se sientan infravolarados,…..y se llegue a extremos nunca vistos antes. ¿En
qué país vivimos que deja de lado sus ciudadanos?. Donde las personas ya no se
las trata como tales sino como meras fichas del monopoly a los que manipular
discretamente sin tenerlas en cuenta.
¿En qué país vivimos?
Quizás esta no es una temática
común en este blog pero sentía la necesidad de expresar la tremenda decepción
de ver cómo se desmorona un pequeño gran país que siempre ha luchado por
sobrevivir. C.A.C.
Aunque hoy en día
pueda parecer imposible, una utopía, aún siguen existiendo esa clase de amores
que duran toda la vida. En este caótico y trepidante ritmo de vida que llevamos
hoy en día quizás no nos paramos a pensar, a dejar que el corazón haga su
trabajo, a dejarnos querer sin más.
Cierto es que los
tiempos cambian, somos más independientes, hacemos y deshacemos a nuestro
antojo, no damos explicaciones a nadie y no se aguanta o soporta o no se
quieren aguantar/soportar las “impertinencias” del otro, pero en las más
estricta soledad de nuestra habitación en lo más recóndito de nuestro ser
echamos en falta tener a ese alguien con el que realizar el viaje de la vida sin
necesidad de idealizarse ni cambiarse, aceptándose tal como es cada uno, ese
amor que vemos en parejas de personas mayoras que aún se siguen cogiendo de la
mano mientras pasean, en esas personas que bien pueden ser nuestros padres o
abuelos.
Esa pasión
irrefrenable, esas mariposas en el estómago, mil excusas y locuras que se inventan
para verse,…... de los comienzos convertidos en otra clase de amor quizá más
pausado, otras metas que alcanzar, ver el transcurrir de la vida con la visión y
la experiencia de los años,….. Según
una cita de “Thomas Merton” (monje
trapense, poeta y pensador estadounidense, considerado como
uno de los
escritores sobre espiritualidad más influyentes del siglo XX): “El
amor es nuestro verdadero destino. No encontramos el sentido de la vida en
nosotros solos, lo encontramos con alguien más."
Bien es cierto que
con esto no pretendo decir que por obligación haya que estar con alguien, sólo
que es agradable vivir la vida con alguien al lado. También defiendo la opción
de vivir solo, sin esa anhelada persona. Cada uno elegimos lo que creemos o
ansiamos en determinados momentos de nuestra vida.
Atrás se quedaron los tiempos en los que ser soltera era un estigma para
la mujer (para los hombres otro gallo cantaba como en casi todos los aspectos),
la gente miraba a las mujeres con “cierta curiosidad” (por no decir malicia)
intentando adivinar el terrible defecto para que ningún hombre hubiese querido
compartir su vida a su lado, y las mujeres (muy capullas con nosotras mismas
todo hay que decirlo) miraban con pena porque supuestamente se estaba destinada
a ser una mujer incompleta sin saborear los placeres del matrimonio y de la
maternidad. Por aquél entonces a nadie se le ocurría pensar que la soltería era
una opción, una
decisión tomada desde el deseo de libertad
y de independencia.