Hay ojos que solo sirven para mostrar lo que has de desechar, porque están llenos de envidia. Otros sencillamente están llenos de mala leche. Y también los hay con mucho egoísmo.
Esos ojos nunca te miran bien y siempre reflejan de ti lo que no debería ser, según sus dueños, claro.
Sin embargo, hay otros en los que, a veces, mirarse resulta duro asencillamente porque ven lo que tú nunca encuentras en ti, sobre todo cuando se empeñan en sacar lo mejor de tu persona.
Son esas miradas de alegría cuando te ven llegar, de aliento cuando te ven caer, de confianza cuando tu mundo interior tiembla. Son esos ojos fieles que nunca fallan, y que te marcan el camino de lo que te gustaría ser, porque la luz con la que te iluminan convierte a tu persona en algo mejor, inclusive cuando te muestras en toda tu imperfección.
Y son esos ojos a los que temes fallar. Sin los cuales temes vivir. Los que quieres conservar a toda costa. A esos ojos les dedico yo estas líneas, porque los amo. Porque quiero que se sigan sintiendo orgullosos de mí. Porque no quiero que su amor incondicional sea una excusa para no mejorar, para no trabajar, o para no luchar.
Porque solo ellos tienen el poder de convertirme.
Ana
Muy bonito Ana, espero que esos ojos que te miran te miren siempre igual de bien y que te hagan sentir tan especial como te sientes ahora. Pero ten en cuenta que esos ojos miran algo muy bueno, así que se lo has puesto muy facil.
ResponderEliminarUn besote
Es curioso, llegué por una casualidad hasta este vuestro blog y llevo semanas leyendo entradas antíguas cada vez que tengo un momento, a veces de manera ordenada y otras al tun-tún, como para querer ponerme al día, para saber quienes sois, y siempre sonrío aún cuando a veces el tema no sea para sonreir sencillamente porque le mi cerebro le da vueltas a los mismos temas solo que yo estoy, digamos... al otro lado de la trinchera.
ResponderEliminarHaciendo honor a la verdad, lo cierto es que en el fondo a hombres y mujeres nos preocupan las mismas cosas aunque nos empeñemos todos con ahínco que ¡no lo parezca!
En fin. Que hola, besos, y que os seguire leyendo que da gusto encontrar a gente que todavía piensa y además lo hace en voz alta.
No hay nada tan bonito como sentirse especial a través de la mirada o los gestos de la persona que quieres. Disfrútalo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Cucho!
ResponderEliminarNos alegra mucho que digas eso. ¡Esperamos entonces tus comentarios! Danos el enlace de tu blog para que podamos leerte nosotras también!
Ana
Hola Cucho,
ResponderEliminarNos iusiona mucho tu comentario y que nos leas, nos encantará que cuando te apetezca comentes nuestras entradas, siempre es bueno conocer la opinión de los que están al otro lado de la trinchera jajaja.
Un Abrazo.
Elena M
Oh... Pues no tengo blog, si que lo siento... muchas veces lo he pensado y otras tantas lo he desechado. No sé, quizás es que soy demasiado perezoso, o desordenado, o inconstante, o a lo mejor es que en realidad no tengo nada que contarle al mundo que valga la pena... ¡o todo a la vez! que ahora que lo escribo, es lo más probable.
ResponderEliminarGracias por la bienvenida, pero mas bien os las doy yo a vosotras...
C