Siglo XXI, año 2009, resulta que los estudiantes universitarios, son en un porcentaje más alto féminas, a pesar de eso, a las mujeres nos cuesta más llegar a puestos de responsabilidad, pero oye, poco a poco vamos avanzando.
Las mujeres hoy día somos abogadas, jueces, médicos, ingenieras (conozco un montón) matemáticas, profesoras, maestras, funcionarias, periodistas, informáticas, todas ellas profesiones de prestigio y responsabilidad, pero también somos fruteras, cajeras, reponedoras, peluqueras, empleadas del hogar, dependientas en Zara, profesiones menos reconocidas, pero no por ello menos importantes.
El caso, es que sea cual sea la dedicación laboral, una mujer hoy día no se plantea su vida sin una ocupación remunerada, desde pequeñita en el colegio, aprendemos y estudiamos para alcanzar una profesión, un medio para ganarnos la vida. Dudo yo mucho, que aun haya una niña cuya aspiración vital sea encontrar un buen hombre que la quiera y la mantenga.
En mi entorno, todas las mujeres que conozco trabajan, y la que no lo hace está buscando empleo o preparándose para ello. Ninguna de las que trabajamos tenemos como meta encontrar a un hombre que nos quite de trabajar, más bien pensamos en una lotería que lo haga.
Pese a todo esto, hemos de reconocer, que existen mujeres que en mi opinión forman una minoría que pretenden casarse tener hijos y vivir de su señor esposo, pero realmente ¿que porcentaje de mujeres así existen hoy día? Y que conste, que me parece muy respetable, si ambos lo deciden así.
Luego llegan los divorcios, las disoluciones de gananciales y el reparto de los niños, y en esos casos sólo una mujer emancipada puede encarar un futuro con optimismo.
Pese a todo ésto, en el mundo masculino, he notado cada vez más una cierta reticencia y miedo a lo que las mujeres quieren hacer con ellos, nos pintan como unas cazafortunas (para el que tiene fortuna) o como mujeres que al final pretenden vivir a su costa y quitarles lo poco que tienen.
Para mi esa visión de la realidad nace de no ver a la mujer como un igual. A mi me ofende particularmente, no niego que esas mujeres existan, pero también existen los hombres maltratadores, y no pensamos que todos los hombres lo sean, o existen los hombres infieles y no pensamos que todos lo sean. Hay hombres malos, buenos y tontos, tal y como hay mujeres malas, buenas y tontas.
Yo me divorcié y no pedí nada, existía desigualdad económica, pero yo preferí no tener que deberle nada a nadie, y mucho menos a alguien a quien ya no estimaba, ni siquiera por venganza me pudo merecer la pena. Por todo ésto a veces me ofende que los hombres, o algunos hombres, tengan una visión sesgada de la realidad y nos hagan parecer lo que no somos, porque en mi opinión somos mujeres tan trabajadoras como ellos y con las mismas ambiciones que ellos, o si me apuras más ambiciosas, porque algunas también aspiramos a adquirir mayores responsabilidades, no sólo las laborales, sino también las familiares.
Chicas a veces pienso que somos más valientes que ellos, pero no quiero generalizar, jajaja.
E.M.
Debería haber opinado aquí antes de hacerlo en el último post que has puesto. Más o menos está todo interrelacionado.
ResponderEliminarComo respuesta, voy a pegarte un fragmento de un email que hace un año me escribió nuestra amiga Tangerine:
""existe el genero masculino, pero este tan solo se divide entre babosos y bonachones". Los bonachones son un genero escaso, casi extinto, que tienen la mania de liarse con la especia femenina lagartona para acabar totalmente quemados y transformandose en babosos (solo pocas excepciones llegan a contactar bonachon con bonachona y hacer una union duradera con prole y tal). Sin embargo, la gran inmensa mayoria de hombres pertenecen al genero babosos, con el anyadido de tener el cerebro "unga-unga", o sea, dominado por cierta parte corporal, pensando k tienen la capacidad de enganyar a toda femina terrestre, y con un ego mayor que el universo conocido."
Los que piensan que les vas a quitar la casa, el niño, etc... son los unga-unga, que se siguen rigiendo por los mismos criterios que el homo-erectus.
Afortunadamente, ya hemos aprendido a distinguirlos. :)
A.L.