Es extraño, porque yo nunca he tenido una vida como esa, tan ampulosa. Nunca he ido a ningún sitio donde me hayan tenido que presentar de forma oficial, ni he llevado vestidos largos súper caros a fiestas que mis amigas hayan hecho en sus mansiones. Y creo que, salvo las pijas madrileñas contadas que conozco, nadie de mi entorno lo ha hecho nunca.
Y al final, me he dado cuenta de qué es lo que echaba de menos: la sensación adolescente de que todo es nuevo, y de que hay todo un mundo por descubrir. Eso es lo que, al fin y al cabo, me transmiten los protagonistas.
No es que piense que no hay ya nada nuevo para mí. Al contrario. Lo que pasa es que, cuanto mayor te haces, más "revenía" te vuelves, y las cosas las sueñas ya de otra manera que no tiene nada que ver con esa magia de la ingenuidad que tiene la adolescencia.
Antes me hacía ilusión salir todos los viernes con sandalias de 7 centímetros y que me invitaran a copas, y ahora siempre voy con zapato plano y apenas bebo. Si me hubieran dicho que me iban a invitar a cenas de periodistas cuando tenía 17 años me hubiera vuelto loca de contenta y ahora me aburren soberanamente porque es como ir trabajar, pero más arreglada. ¿Entendéis lo que digo?
En primer lugar, yo también estoy enganchada a Gossip Girl!!! Lo se es superficial pero es lo de siempre, amor, traición, celos y ropa supercool, yo le he copiado a Blair lo de la felpa en el pelo con los mechones fuera.
ResponderEliminarPero dejando eso y entrando en la parte profunda de tu reflexión, te diré que yo creo que aun nos deben de quedar cosas nuevas por descubrir, y más tú que en breve cruzarás el cahrco y conoceras un "nuevo mundo" yo a veces caigo en el desencanto pensando que ya nada me puede sorprender, pero no pierdo mi fe en que aun puedan ocurrirme cosas que me sorprendadan y personas que hagan lo propio, y espero firmemente que dichas sorpresas sean para bien.
Xo Xo Gossip girl