A nadie - salvo excepciones- le gusta trabajar, pero hay personas que sí se sienten realizadas desarrollando esta labor que, en su opinión, les diginifica. A mí, hasta ahora, no es el caso. Una cuestión grave, creo, teniendo en cuenta mi supuesta "responsabilidad moral con la sociedad como creadora de opinión" y también como "agente social que interpreta la información de la forma más objetiva posible para transmitirla", labores, ambas dos, muy loadas por todos los alumnos de la facultad de Ciencias de la Información que pasan por su periodo de pavo intelectual. Yo no es que quiera hacerme la especial, pero para mí, ese nunca fue el caso, y todas las patrañas que me contaban mis malísimos profesores me daban exactamente igual.
No nací con una vocación extremadamente fuerte, y hay cosas de mi profesión que sencillamente me encantan y que desarrollaría con gusto, pero hay mil y un factores que me hacen desear abandonarla por completo. Y no, no me compensa lo bueno con lo malo, así que no tengo vocación.
No sé ni por qué escribo todo esto. Será porque hoy he tenido un día muy duro.
De verdad de la buena que no me importaría ser millonaria. No me aburriría sin tener que trabajar, os lo juro. Además, me dedicaría a cultivar mi espíritu para no convertirme en una estúpida.
¡Ay! Me acabo de acordar que eché una primitiva y no sé si me habrá tocado. Os dejo, que me hace ilusión mirarla...
Yo no me preocuparía mucho. El mundo es el que es, la sociedad es la que es y eso no hay quien lo cambie. Lo único que podemos cambiar -aunque es más fácil decirlo que hacerlo- es nuestra acttud ante el trabajo, encontrar lo que disfrutamos de él y de hecho, disfrutarlo. El hecho que seas periodista no cambia mucho con respecto a si fueras empleada de banca, delineante o cajera. En todos los grupos de trabajos están los mismos/as personajes ellos y ellas que te alegran y amargan la existencia a saber; Jefe-bueno, jefe-capullo, cuenta-chistes, pelotas, positivos, intrigantes, amargados, encantados de la vida, con los que te vas de marcha y con los que no irías ni a por un café a la máquina, qué se sé yo, igual que altos y bajos, guapos y feos. A no ser que fueras dueña de tu propia empresa, negocio o fueras freelance y puedas poner cierta distancia, los grupos son iguales y aún así también.
ResponderEliminarCierto que también te ha tocado una época un tanto dificil hablando de periodismo. Por un lado los tiempos de Woodward y Bernstein ya no existen, las líneas editoriales e intereses pesan más que nunca y lo banal y el marrulleo son la base social. Por otra parte te estás comiendo el periodo incierto de la transición del papel al digital y no veo que tengan claro por dónde va a salir la cosa y cómo se le va a sacar dinero y me da la impresión que está degradando muchísimo la calidad de contenidos y formas.
Además, siempre he pensado que es absolutamente imposible ser objetivo; no se puede porque uno siempre le va a dar enfoque al mensaje o al hecho basado en la propia personalidad. Un fotógrafo o un cámara de tv miran a través de su ojo y encuadran de una manera concreta, un periodista redacta de igual manera porque es muy dfícil dejarse las tripas en casa. Pregúntale a Pérez-Reverte por qué salió echando hostias de TVE o leéte Territorio Comanche si no lo has hecho ya.
Y si vamos al eje de tu entrada… ¡yo tampoco me aburriría siendo millonario! hay que tener una vida demasiado simple para preferir trabajar a no ser que seas escritor de éxito, un investigador con un trabajo apasionante o Jacques Cousteau… pero por diosssss, no te conviertas en estúpida aunque tengas que trabajar…
Deduzco por el tag 'uma' que hablas de la CC de la Información de Málaga, je, pues conozco bien sus miserias, dicho sea de paso.
Disfruta mientras sea posible y el día que realmente no te guste, a otra cosa, mariposa.
La verdad es que poder trabajar en lo que a uno le gusta es un LUJO que muy poca gente se puede permitir.Yo, actualmente me encuentro dentro del grupo de esos PRIVILEGIADOS,pero para llegar a ese punto antes me he tenido que chupar años de aguantar trabajos insulsos que no me aportaban casi nada, y aún así, trataba de sacarle el lado positivo,porque AMIGA MIA,se aprende más de lo malo que de lo bueno, así de CAPULLA es la vida...pero bueno, aún ási, te animo, porque sé que aún eres una NIÑATA, ( dicho con todo el cariño) a que busques TU VERDADERA VOCACION; sea la que sea, y que luches por conseguirla porque aunque no llegues a tu objetivo, seguro QUE EN EL CAMINO APRENDES TELA...
ResponderEliminarun abrazo de tu sister
E.G.
Yo solo te digo una cosa:
ResponderEliminarQue nadie ni nada te detenga, menos aún la "pereza" de tratar de moverte por tu cuenta. En todas las profesiones existen barreras impuestas por el sistema, pero si puedes intentar escribir artículos por tu cuenta, lánzalos a alguna publicación que te los pueda sacar, trata de venderte aunque te veas sin posibilidades por falta de enchufe, haz un producto de ti, escribe algún libro, trata de usar alguna herramienta que tengas a la mano... Exprime tu tiempo. El horario laboral en este país es lo peor que hay, las jornadas de mañana y tarde nos cansan en exceso y nos impiden cultivar otros saberes. Pero no te cierres puertas ni te pongas el parche antes que la herida, eres muy joven y tal vez esté pasando delante tuya un tren al que te puedes enganchar (aunque sea como polizona) y sacar beneficio profesional aparte de la experiencia personal.
Si tienes vocación, ya tienes algo ganado, no muchos trabajan en lo que supone su verdadera vocación.
Tal vez termines trabajando en algo distinto a lo que ahora piensas, tal vez termines publicando tu propia revista (espero cuentes conmigo para hacerla realidad algún día) o hagas un blog tan famoso que le eches la pierna encima a portales como Google...
En definitiva, no pierdas la ilusión, fórmate, haz idiomas, másters, viaja y apúntate a todo lo que pilles. Más vale no tener tiempo de dormir ni mirarse al espejo durante unos años pero estar satisfecha en los breves momentos compartidos con los amigos y la familia, contenta de sacar lo mejor de ti misma y no conformarte con una juventud insulsa para después pasarte la madurez tecleando de 8 a 8, criando niños y discutiendo por teléfono con tu suegra.
Vida solamente hay una y cada edad tiene sus oportunidades, no las desperdicieeeess!!
Con esto no digo que te estreses, eh? Que pasito a pasito, se logran grandes resultados.
UN BESO.