sábado, 27 de febrero de 2010

La organización americana

Hi girls!

Os escribo desde esta fría Indiana, concretamente desde el condado de Tippicanoe (me enteré el otro día de que vivo ahí), para seguir relatándoos cosas que me llaman la atención. La primera es la enorme biblioteca con la que cuenta el campus de Purdue. Ya sé que era algo previsible, pero es que, en cada planta, hay punto de información donde una bibliotecaria te atiende (hablamos de 4 plantas), y todas ellas tienen UN PLANO para ayudarte a encontrar los libros, porque si no, es imposible.

Lo mejor de todo es que, además de tener quinientos mil ordenadores con conexión a Internet, también cuentan con salas de estudio en grupo. Esto quiere decir que los americanos no necesitan quedar en casa de unos y de otros para hacer un trabajo. Se meten en una sala de estas (en la planta que estuve había 5 ó 6), y ahí tienen una mesa grande, varias sillas, y una pizarra blanca para escribir con rotuladores, donde pueden estar ilimitadamente ¡Ah! Y el mobiliario está muy cuidado y muy nuevo.

Pero, como todo, la gente no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y se ve que estos chicos no aprovechan mucho tal despliegue de medios (al menos, lo de los primeros cursos), porque me han contado que, en una presentación de power point que hicieron el otro día en clase, dijeron que España descubrió Europa, en vez de América, y se quedaron tan panchos (además, dibujaron un mapa y todo). Y aquí viene otra mejor: En otro examen, han puesto que "Miguel De Cervantes conquistó España?"

Y hablando de los alumnos, al parecer la mayoría de ellos colaboran en cosas de voluntariado, sobre todo en las parroquias, y no es que haya fanatismo religioso ni mucho menos, pero en más de una redacción, donde se les pedía que hablaran de su héroe, los profes se encontraron con alguno que decía que era Jesucristo, una opción muy respetable si dejamos aparte que escriben como si estuvieran predicando (he tenido la oportunidad de leer una y parecía que nos quisieran convertir).

Además de lo que os cuento de los alumnos de español, (que según me han dicho son muy educados y fácilmente manejables, pero que no estudian ni a la de 3), hay más cosas que quiero relataros.

Formas de pago

Anoche, por ejemplo fui al cine a ver una peli, la de Pierce Jackson. Es malísima y muy adolescente, pero no me importó, porque yo fui para hacer ejercicio de oído y la entendí ENTERA. Había mucha gente jovencilla haciendo cola, y al pedir palomitas pude comprobar, cómo no, que estaban rebozadas con mantequilla. Unas cuantas están bien, pero un cartón entero te embotan el estómago, aunque he de reconocer que están buenas.

Después de eso fuimos a un bar. Esta vez a un lugar más adulto, y quizás por eso no nos pidieron el pasaporte para servirnos alcohol. Bueno, he de decir que yo no tomé porque no quiero que me baje las defensas (ahora que me empiezo a curar no voy a estropearlo), y en un bar de noche, una coca cola grandísima me costó dos dólares, lo cual está muy bien. Pero he aquí el detalle: la forma de pagar. La tarjeta de crédito es la gran estrella.

De hecho, en los sitios están tan acostumbrados a que la utilices que te preguntan si quieres dejar la cuenta abierta. Esto quiere decir que se quedan con tu tarjeta, y durante el tiempo que estás, ellos van sumando todo lo que te pides, y cuando dices de cerrarla, te lo cobran todo junto. Pero es que lo de la propina es un cachondeo, porque os vayáis a creer que los camareros van a renunciar a ella.

En el ticket, antes de que pagues, hay abajo una línea para que, si lo deseas (vamos, que socialmente estás obligado a hacerlo), escribas la cantidad que quieres dejarles. Normalmente he visto a la peña dejar un dólar o un dólar y medio, lo cual a mí, que soy antipropinas, me parece una pasta, y entonces te pasan la visa con lo que te ha costado las copas y con el dinero extra que, a tu voluntad, les quieras dejar.

Atención personalizada
Otra cosa que me sorprende es la exquisita educación de la gente por aquí, al menos en apariencia. Dicen de nosotros, los españoles, que somos muy bruscos hablando, y estando aquí y viendo cómo te tratan lo puedo entender, porque, por ejemplo, cuando he ido de compras, siempre te sueltan un rollo al final: "Muchas gracias por haber comprado en nuestro comercio. Esperamos verle de nuevo muy pronto". Y los dependientes, en cuanto te ven, en vez de hacerse los longuis, se muestran solícitos para ayudarte. Lo mismo pasa en los bares de copas, y lo mismo en los restaurantes. Supongo que es algo parecido a la educación inglesa: el "gracias" y el "de nada" siempre están presentes. Igualito que en uno de nuestros chiringuitos en verano, ¿no? JAJAJ. Bueno, yo me conformo pensando que ellos jamás tendrán nuestra cocina, que estando tan lejos cada día me parece más exquisita.

Pero eso que os he contado no es lo único. Cuando vas a cualquier sitio a preguntar algo te escuchan como si tuvieran puestos sus cinco sentidos. Esto me ha pasado preguntando por cursos de inglés, en el médico, en el banco... No te interrumpen cuando hablas, te responden pausadamente, y lo mejor de todo es que, si ellos no te pueden ofrecer lo que tú estás buscando, casi siempre tratan de facilitarte alguna información, o al menos un punto de referencia por donde empezar a buscar, como por ejemplo un número de teléfono.

El estilo
Para terminar el post, otra anécdota cotidiana. Esta vez se trata de la forma de vestir de las americanas de a pie. La población joven en general va muy bien. Todas las chicas llevan sus botas por fuera del pantalón por lo de la nieve y el frío, y más o menos van monas (recordemos que por arriba las cosas de Purdue siguen siendo la estrella), pero cuando salí por la noche también vi muchas camisetas escotaditas, vestiditos... No obstante, hay que tener en cuenta que estos es un campus donde hay gente de todos los sitios, o al menos es gente que estudia. Vamos, que no son de la América profunda, eso es lo que quiero decir.

Por eso, las que me sorprenden son las mujeres más mayores, esas que ya se acercan o pasan los 40. Mientras esperaba aquél día en el médico vi entrar a dos, y ambas vestían un chándal y llevaban el pelo súper mal arreglado, pero la que de verdad era para haberle hecho una foto es la profesora de inglés que conocí el otro día.

Imagináos a una mujer enorme, con el pelo negro, peinado con la raya en medio, con algunas canas, y recogido en un moño bajo detrás (pero muy mal hecho), con dos palillos chinos de color rojo. Para combinarse los complementos, se había puesto una sudadera roja súper antigua, sin ningún adorno, pero muy basta, y una falda vaquera larga y lisa por encima con la sudadera por dentro, y cuya cinturilla era rizada, porque era de elástico.

Debajo, llevaba unos pantalones de chándal color crema con patente en el tobillo, y para culminar el look, calcetines blancos con unos zapatos de cordón color café muy claro, parecidos a esos que se llevaron un tiempo tipo para jugar a los bolos.

En fin... Ya sabéis que si queréis poneros algún día toda vuestra ropa a la vez (cuanto más antigua mejor), este es el sitio idóneo para hacerlo.

Yo me despido ya con este post, pero no sin pediros antes que, por favor, no dejéis de contarme todas vuestras novedades, porque os echo mucho de menos.









3 comentarios:

  1. Desde luego no hay nada como vivir en la América Profunda para darse cuenta de que las cosas de las pelis pueden ser superadas en la realidad.
    Sigue disfrutando de tu estancia en el Condado de Tippicanoe y deleitándotcon tus relatos.
    Hablaré con las girls para ver qué día podíamos reunirnos todas juntas y hablar contigo por el Skype.
    Besos guapa.

    ResponderEliminar
  2. Primero de todo, eres mi ídola Te enterastes de la peli entera!!!!! que campeona, esa es mi aspiración vital con el inglés ver una peli y enterarme de todo. Ayyy mi niña que lista es coño.
    Por otro lado lo de la tarjeta para dos dolares me sorprende la verdad, en el Mcdonalds en España no se puede pagar con tarjeta y yo creo que es porque son cantidades pequeñas.

    Lo de la forma de vestir de los americanos, no me sorprende mucho, pero lo de esa tía en concreto me sorprende la verdad, un chandal debajo de la falda vaquera!!! y con patente!!!! En fin tu serás la Carrie Bradshaw del Campus, no lo dudo.

    Besitos guapa, o Xo Xo.

    Por cierto no te preocupes que te mantendre al día de novedades por email, a ver si me pasa algo que contarte jejeje.

    ResponderEliminar
  3. Ainnnnnnsss!! Buaaaa!! BUaaaa!! Lo siento Anita, pero no puedo escribirte nada, y no es por una lesión de mis clases de padel(huy, qpijo suena eso, jijijijijj!!) ni por un accidente casero. Simplemente es q estoy en estado de shock.
    Ya sabes q mi mente es muy visual, y m he imaginado a esa americana con ese look ... y estoy horrorizada!!!!!!! Arrgggggggg!!! Ya sabia yo q la moda americana jamas será como la moda europea!! No nos engañeis Donna Karan o Calvin Klein!! Es imposible!! Jjajajajajaja Besitos guapisima!!
    P.D.: Seguro q paso totalmente desapercibida con mis botas de agua y mi boa de plumas!!!
    Isabel.

    ResponderEliminar