viernes, 22 de febrero de 2008

EL MACHO HA VUELTO¡

Chicas, a continuacion, la interesante aportacion de un amigo a nuestras reflexiones femeninas!


En mi opinión lo que esta pasando es precisamente todo lo contrario. El hombre ha estado unas generaciones perdido sin encontrar su lugar, él mismo que tu citas, después de venir de una educación y modelo social ancestral basado en el mantenimiento de la tribu y en el liderazgo en la sociedad y en la familia; un modelo paternalista.


Con la igualdad de la mujer y la revolución sexual lo que a mi juicio esta pasando es que las mujeres no han sabido encajar esa liberación moderadamente y están queriendo ser más bien “hombre más hombres que los hombres que conocen” que mujeres libres e iguales, aunque paradójicamente lo quieren ser solo de raciocinio, pero no por instinto, y me explico;


Con 30 años me encontré abocado a una situación extraña, o más bien que “creí extraña” por inusual, más al poco observé que estaba equivocado, pues al retomar el dialogo de estos temas con mis compañeros, amigos y conocidos, todos, o casi todos prácticamente nos vimos en una misma mesa con cara de extrañados y alucinados hablando de lo mismo; de nuestras relaciones, y en ellas habíamos sido hombres “perfectos” respecto al modelo que las mujeres ahora “decían” que querían en un hombre, es decir nos habíamos esforzados por adaptarnos a ese modelo de “igualdad” y compañía sin posesión según el gusto femenino; moderando nuestras tendencias innatas evolutivas y usando la razón y el amor para ello; compañeros fieles, buenos amantes preocupados en satisfacer a nuestras parejas desde lo sexual hasta lo emocional, comprensivos, educados, responsables, trabajadores, equilibrados, sinceros, colaboradores “a medias” en todas las tareas desde el hogar a lo familiar, respetuosos de la libertad de nuestras parejas y de su libres decisiones y actos y actitudes, cariñosos y no posesivos ni juzgadores…. ¿y que paso?


Pues sencillamente que todas las parejas que habían pasado por la vida de los que allí estábamos, que éramos la mayoría de los criados en el mismo sitio, siguieron el mismo patrón; estuvieron los primeros años alegres de tener un hombre así a su lado, pero al tiempo acabaron menospreciado ese modelo “ masculino” que tanto decían querer y se largaron ( o como siguiente e inmediata pareja escogieron) a un macho “ a la antigua”, de esos que las hacia sufrir, descortés, egoísta, chulo, engreído, irresponsable, pasota de casi todo lo que no le convenía y normalmente con una visión de las mujeres bastante sexual y machista. En todos los casos ellas habían perdido la cabeza por hombres así, jugándose desde su casa, incluso hijos o lo que fuese, aparte de comportarse como autenticas mujeres sexualmente hiperactivas con ellos…….. ¿ por qué?


Largas charlas entre nosotros nos hicieron comprender que la mujer, ancestralmente es dada a necesitar instintivamente a un macho tal y como lo era en los orígenes, y que confunde el modelo que ellas mismas racionalmente quieren tener de hombre a su lado con debilidad, y por ende se fijan en el que no se somete a ese modelo impuesto por ellas, ya que ven en él al macho puro que no se somete a nada ni nadie, ni siquiera a los deseos de ellas mismas; eso les garantiza un hombre fuerte e independiente, que no se va a derrumbar por nada ni por nadie y que sigue su camino al margen de lo que nadie o nada diga; ese es el mejor para perpetuar su especie y sus genes.


El error está en que ese que ha seguido el modelo que ellas dicen querer es el mismo que el otro, solo que por amor a ellas y por evolución racional aceptan ese rol, que paradójicamente al tiempo, como digo, ellas ven como debilidad, no como amor por ellas.


Para poner en práctica esta teoría y ver si estábamos equivocados acordamos cambiar la estrategia, reeducarnos de nuevo a nuestros orígenes; una labor muy dura porque era luchar contra un modelo que además creíamos justo, no solo porque lo dijesen las mujeres.


En el momento de empezar a ser así, nos dimos cuenta de que las mujeres al principio nos criticaban, nos juzgaban, después nos ignoraban, después nos observaban, y finalmente “nos buscaban” cuanto mas despegados, mas independientes, mas directos, mas machistas, mas egoístas y menos buscadores del acuerdo y por ende mas de imponer nuestro criterio éramos, mas mujeres perdían la cabeza con nosotros, y analizamos si se correspondía con un tipo concreto de mujer…. Pero no, eran mujeres de todo tipo, edades, educación, religión, valores, y procedencia social y territorial.


Después de un tiempo nos volvimos a reunir y sacamos conclusiones. Igualmente todos habíamos llegado a lo mismo; muchas experiencias y en todas, nunca fuimos dejados por ninguna mujer, y todas nos quisieron a su lado…..y no dependía del físico, cualidades, recursos o inteligencia, pues había de todo entre nosotros; sino de la actitud, que la habíamos variado totalmente.


De esto deducimos que la mujer por naturaleza es competitiva, esto significa que lo es en todo y con todos; entre ellas mismas, compiten, no existe una amistad pura como la que hay entre hombres, o al menos es de un tipo diferente esa amistad entre ellas ( ni mejor ni peor, aunque eso es motivo de otro block aparte, claro) …. Y seguimos investigando el por que… nos remontamos a las cavernas…y ahí entendimos muchas cosas, tales como su obsesión por la belleza, como valor para atraer al macho….. al macho “ a la antigua” que es el que en verdad todas desean instintivamente, aunque no sea racionalmente, pero nuevamente, eso es motivo de nuevamente otro block en solitario, lo que se puede llegar a saber investigando en los orígenes.


Buscar el equilibrio entre esta situación de macho primitivo y hombre ideal racionalmente para ellas es la clave para saber amar a una mujer…. ni macho dominante, ni hombre conforme a sus ideales; mezcla de todo. Esa es mi opinión de tu reflexión, y lo que yo trato en mi vida de alcanzar en este aspecto.


En lo referente al cortejo, pues mas de lo mismo; no creo en eso, ¿por qué?, pues simplemente porque cuando una mujer crea estar enamorada de mi “por mi cortejo” es decir, por todo lo que hago para seducirla, no estará enamorada de mi persona, sino de lo que hago por ella, que es muy diferente; es una enamoramiento egoísta, porque le conviene, porque le interesa para su bien. Yo ya corteje una vez, y jamás volveré a cortejar a ninguna mujer, pues al cabo del tiempo se dará cuanta de que no se enamoro de mi, sino de mi cortejo, y es cansado estar cortejando continuamente a nadie, además no eres tu, es un engaño, y no te quieren de verdad, solo lo hacen por tus meritos y por lo que haces.


Ahora simplemente soy yo, tal cual, y si a alguna le gusto será así, como soy, sin mas interés ni cortejos, y paradójicamente, desde que soy así, mas mujeres intentan seducirme continuamente, lo cual es sorprendente, pero usando la misma lógica no me relaciono con mujeres que intenten seducirme; por guapas, listas, alegres o miles de atributos que tengan a mis ojos; solo me fijo en la que sin tratar de seducirme llama mi atención, si al mismo tiempo la que llama mi atención, yo llamo la suya sin cortejos; esa será mi relación con mas garantías de funcionar, pues ambos valoramos la persona en si, no sus actos para agradarnos.


Admito comentarios a esta pequeña reflexión que ha fluido tal cual, aunque la podría mejorar mucho, y argumentarla mejor. Me gusta aprender de todo. Sin juzgar, por favor.


Un saludo

1 comentario:

  1. Gracias por tu aportacion del sentir masculino acerca del tema, y respeto tu opinion, pero no la comparto.Cuando me refiero al cortejo, no hablo de servilismo, hablo de pequeños detalles, galanterias del tipo dejar pasar antes a la dama, tener un detalle con tu pareja...etc pequeñas cosas que hacen la seduccion mas bonita.Yo, al menos como mujer agradezco ese tipo de detalles, y me parecen un gesto de buena educacion.Y no creo que por decirme que guapa estas hoy, o me gusta el perfume que llevas, mi pareja me este engañando, puesto que afortunadamente puedo ir mas alla de esos detalles y fijarme en las cosas buenas de ese chico.No me enamoro de un hombre porque me regale flores, sino por la forma en que me haga sentir cuando me mira o me coje la mano.... pero el detalles de las flores siempre da un toque de romanticismo que en los tiempos que corren , con tanto garrulo y garrula sueltos, que quieres que te diga...se agradecen.

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