¿A qué debo renunciar? ¿Qué se supone que se espera de mí? ¿Hasta dónde llega mi libertad? ¿Mis deseos deben dirigir mis actos? ¿Me rebelo de una forma coherente? ¿Sirvo para aguantar este mundo? ¿Debería decir más a menudo lo que pienso? ¿Debería demostrar algo más? ¿Hasta aqué punto soy responsable del bienestar de los que amo? ¿Hacemos nosotros daño o se lo hacen los demás con nosotros? ¿Debería irme? ¿Debería quedarme? ¿Debería soñar de verdad? ¿Debería ser más realista? ¿Puedo conseguir lo que me proponga? ¿Puedo estar a mi propia altura? ¿Debería admirar a alguien? ¿Debería tener más Fe?
Estas y muchas otras preguntas las encontrarás en la cabeza de Ana. Si quieres saber las respuestas, ajo y agua porque no las hay.
Un beso y buenas noches. Esto sí es catarsis.
Esas preguntas que se agolpan en tu mente, son preguntas que todos en algún momento de nuestra vida nos planteamos, pero solo se me ocurre una respuesta para todas ellas: MIENTRAS ACTUES CON EL CORAZÓN EN LA MANO, Y TRATANDO DE NO HACER DAÑO A TERCERAS PERSONAS, Y SIENDO CONSECUENTE CON LO QUE PIENSAS, ESTARA BIEN. Te podrás equivocar, una y mil veces, todos lo hacemos, y eso forma parte del encanto de la vida, pero tendrás la conciencia tranquila.
ResponderEliminarun abrazo
Escrito por Elena G. 24/01/2008 10:24
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No siempre uno es responsable de los acontecimientos que suceden en su vida, pero siempre hemos de intentar dirigir nuestro destino conforme a nuestra conciencia y nuestro corazón, no debemos arrepentirnos de nuestras decisiones, y estar convencidos de que cuando tomamos una decisión hemos de seguir de frente, pensando que es la mejor, sin mirar atrás ni pensar en que hubiese pasado si... Lo dificil es tomar esa decisión y asumirla, pero todas nosotras
somos tias listas y responsables, y seguro que acertaremos, anque a veces las cosas no salgan siempre como esperemos. De todas formas, y contestando a dos de tus preguntas, ten por seguro, que si te lo propones de verdad, conseguiras tus propósitos, y por el otro lado, no te olvides que no tienes que demostrar nada a nadie, lo que eres se ve, y el que es listo lo verá.
Escrito por Elena M 24/01/2008 11:26
Comentarios
ResponderEliminarComo corolario o complemento a tu post, voy a resumir una conversación que mantuve recientemente con un hombre de 34 años. Le planteé la cuestión de si los hombres preferían a una mujer experimentada como pareja o, en cambio, a una mujer con una corta vida sexual.Además le hablé sobre la idea generalizada de que los hombres suelen decir que prefieren a una chica liberada pero que, realmente, en su fuero interno, según nos parece a nosotras, ellos piensan que si la chica es para echar un ratito con ella, es preferible que esté ya trasnochadita, pero si es para "desposarla" , mejor que sea una "pseudo-blancanieves" con poca idea del mundo, un chollito (por no decir chochito), por estrenar, en definitiva.
Mi amigo no supo muy bien qué contestar, se hizo la picha un lío, porque por una parte, quiso decirme que una mujer con experiencia sería siempre más interesante, pero que a la vez, podría producirle celos o inseguridad el verse en desventaja comparando su historial de conquistas con el de ella.
Con todo esto, llego a la conclusión de que, no solamente parece que los treintañeros y quizás también algunas treintañeras se ven acuciados por el transcurso de los años, la edad, el acercamiento a la línea de la fertiidad en la mujer y la del fin del mito del soltero de oro en el hombre. Se unen todos los motivos que tú, querida poyeya, has enumerado de forma clara y contundente, con el lastre de los prejuicios, el insoslayable condicionante social, y si topas con un hombre que no tenga claramente definidas sus prioridades y sus metas en la vida, lo que tendrás será un joven que se siente en una especie de encrucijada, atrapado entre el temor de efectuar una mala elección (que no "erección, aunque algunos eso también lo temen ya a los 30) de la pareja, el pánico a quedarse solos y la seductora idea -alimentada por los medios, el cine y los amigos feunos del sujeto en cuestión- de que a los treinta un tio soltero y con su propio piso es Dios. (Y si tiene un coche de marca, además se siente Alá, Buda, el Alfa y la Omega, en definitiva, la repolla).
Menos mal que nosotras podemos diseccionarlos y saber todo esto de antemano. Por eso no nos llevamos más disgustos de los que ya de por sí nos comemos por bajar la guardia.
:) A todas mis poyes. Sois las mejores.
Escrito por Adriana 13/01/2008 17:11
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Creo que hemos ganado con la liberación sexual. El problema (y eso ya me lo confirmó en una entrevista para Sexologies Esther Perel, una sexóloga de renombre en EE.UU), es que en general no estamos preparados para utilizarla y hacer con ella lo que de verdad queremos. Y al final hemos acabado frivolizando todo, tanto hombres como mujeres.
Por eso muchos hombres, que están perdidos, se agarran como pueden al batiburrillo de ideas al que se ven sometidos, y entre sus pulsiones de tíos, su ego masculino, y una serie de reglas anacrónicas, no son capaces de dilucidar si lo que desean es a lo que realmente deberían aspirar.
Afortunadamente, y en aras de la esperanza, creo que existen hombres con las ideas claras. Hay tíos inteligentes que saben estar por encima de todas esas cosas. El problema es que no los conocemos.
Yo, desde mi humilde opinión, recomiendo algo que no tengo: paciencia. Creo que lo mejor sería dejar de malgastar energías pensando cómo son ellos, porque con mis propios ojos he visto tíos enamorados de mujeres fatales que les hacen añicos el corazón yéndose con otros, y son ellos los que guardan un amor incondicional.
También he visto a tíos que no te juzgan por irte a la cama con ellos rápidamente. En fin... Creo que todo se basa en algo tan sencillo como esto: las cosas son cuestión de percepciones más que de hechos. Además, el morbo de antes estaba en conseguir un polvo. Ahora está en conseguir una buena compenetración sexual, realizar fantasías, y construir un mundo agradable para ambos miembros.
No obstante, los hombres son hombres, y en general, al ego masculino no le gusta que le hagan sentir torpe o que no sabe. Ni que su protección como macho es inútil. Y tampoco le gusta sentirse en descontrol ni en desigualdad. Pero es que a mí eso, como mujer, tampoco me agrada.
Yo veo que las relaciones entre ambos sexos no dejan de ser cuestión de personas, y para gustos, colores. Ya sé que yo soy la primera en generalizar muchas veces, pero después de pensar en los tíos a los que yo he conocido, he de decir, para hacer justicia, que hay de todo. Y cuando digo TODO es TODO.
Cuando un tío inteligente se enamore de vosotras se podrá sentir más o menos celoso de vuestro pasado, pero si es una persona cabal, sabrá que lo que importa es lo que sintáis por él y punto.
No sé, poyes... Creo que hay que dar un voto de confianza, no es más que eso lo que quiero decir. Y estoy de acuerdo con lo que decís, pero recordad que eso es sólo un segmento de la población masculina, aunque dicho segmento sea mayor que el resto.
Afortunadamente para todas nosotras, no hay verdades absolutas.
Ana