Muchos periodistas que conozco querían "perseguir la verdad" cuando eran muy jóvenes pero, desde entonces, y hasta el día de hoy, no les he visto acometer un solo acto sincero ni venir de frente, al menos, en lo que a mí se refiere.
También querían desarrollar una "profesión creativa", pero sus actos y su forma de relacionarse para obtener los resultados deseados no distan, en muchos casos, de los de un comercial.
Por último, viajeros incansables, ciudadanos del mundo, soñaban con corresponsalías de guerra en países de Oriente Medio, pero la mayor parte sólo se mudó a Inglaterra para aprender el idioma, y lo hicieron por un trimestre, como mucho (otros a Holanda a fumar canutos, y lo hicieron por un curso académico entero).
En conclusión, supongo que todos esos egos que se consideraban distinguidos por sus ansias de "comunicar", estarán más que contentos de tener Facebook, Tuenti y demás redes sociales, además de los blogs personales, para expresar su yo interior.
La gracia del asunto es que... ¿a quién le importa ahora lo especiales que fueron, son, o serán?
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