miércoles, 14 de octubre de 2009

Lo que somos.

Muchas veces hemos comentado entre nosotras, cómo la forma de ser de las personas y la forma en que éstas se enfrentan al mundo viene condicionada por la infancia y el entorno familiar en el que crecen. En ocasiones conoces a alguien y te formas una opinión de él, y entonces conoces a sus padres y te explicas el porqué de mucho comportamientos.

Así no es lo mismo si creces en una familia desestructurada en la que existen malos tratos, que si eres hijo de padres divorciados y cada uno te mima y sobreprotege, o si uno de ellos pasa de ti y no demuestra su cariño, o si piensas que tus padres quieren más a tu hermano que a ti, o si tus padres no se tocan y no son afectuosos entre ellos, o si tus padres son cariñosos entre ellos y contigo, o si te regañan en exceso, o si hacen todo lo contrario y nunca te reprenden por tus malas conductas. Hay casi tantas posibilidades como personas.

En cualquier caso cada uno también desarrolla una personalidad propia, yo siempre pongo mi familia de ejemplo, criados por los mismos padres, la personalidad y el carácter de mis hermanos y mío no pueden diferir más.

Sin embargo, hoy leyendo el Blog de mi hermano, lo cual hago sin que él lo sepa, he descubierto, que él a sus 23 años tiene la misma aspiración vital que tengo yo a mis 31, encontrar al amor de su vida formar una familia y felices para siempre. Ésto lo cuenta hablando de un amigo, que le ha sido infiel a su novia y la ha dejado, porque no tiene claro lo que quiere, él le dice que él si sabe lo que quiere, y que si bien puede parecer aburrido y monótono pasar toda tu vida con una misma pareja, si encuentras a la persona con la que hacerlo, serás feliz, y la monotonía se puede superar.

Ésto que dice mi hermano, me confirma que somos lo que “hemos mamado”, yo siempre digo que se que es difícil, pero veo a mis padres que llevan mas 38 años juntos, más vida estando juntos que solos, que han superado malos momentos juntos, pero que se siguen queriendo, besándose, discutiendo por tonterías, respetándose, haciendo las cosas juntos, durmiendo juntos, y me consta (mal que me pese) que haciendo el amor regularmente, veo todo ésto y pienso yo quiero eso, yo aspiro a conseguir eso.

Habrá quien lo haya visto eso en su casa y no lo quiera, porque piense que es complicado, no lo se, pero la mayoría de gente que lo ha vivido, pretende eso. También conozco quien ha vivido situaciones más difíciles o complicadas, y precisamente por eso saben que quieren lo contrario, que no quiere lo que han vivido sus padres y se esfuerzan por conseguirlo.

Hay otra gente que no sabe lo que quiere, pero tampoco vamos a echarle la culpa a los padres, con el tiempo descubrirán su camino.

En cualquier caso creo que la relación de pareja que hemos vívido más de cerca en nuestra infancia, y que por tanto suele ser la de nuestros padres, nos marca por regla general en nuestras relaciones de pareja y en el trato que le damos a la misma y lo que pretendemos de ella, por sintonía o por desaprobación, nos marca, incluso en ocasiones marca en exceso porque aunque no se quiera repetir lo que ellos hicieron a veces cuesta hacer lo contrario, porque nadie nos ha enseñado que las cosas pueden hacerse de otra forma.

Bueno esta es mi opinión personalísima, con la cual podéis evidentemente discrepar, y si es así os invito a que lo hagáis, nada me gusta más que provocar debate.

E.M.
PD: Os dejo esta canción que dice cosas como: " A menudo los hijos se nos parecen... (...) cargan con nuestros dioses (...) nuestros rencores (...) les vamos trasmitiendo nuestras frustaciones con la leche templada" Me parece bastante real, en fin yo esta canción la conozco por mi padre, que le gusta mucho, así que va a ser verdad.

2 comentarios:

  1. Yo no puedo estar más de acuerdo. Alguna vez os he comentado que mis padres llevan la friolera de ¡60! años juntos y son tal para cual en todos los aspectos. Ellos dicen que el secreto es una profunda amistad y así lo entiendo yo.

    Debo decir que el ejemplo a mi personalmente me ha resultado una especie de llamémosle, 'problema' porque tenía tan asimilado que así es como deben ser las cosas que me planteaba inconscientemente que era así o nada, y ha resultado ser nada; tardé demasiado en darme cuenta que ellos son la excepción que confirma la regla. De cualquier forma supongo así debe ser, nadie debería estar junto a alguien por el mero hecho de no estar solo/a, vamos digo yo.

    Lo más curioso y lo más cierto es que de algún modo con rebeldía adolescente la mayoría nos pasamos la vida intentando no parecernos a nuestros padres para al final descubrir que ¡¡somos iguales!! repetimos frases, dichos, gracias, gestos, hablamos en un tono parecido; puede que igual no compartas con ellos ideas políticas y algunos gustos pero los rasgos de personalidad básicos aparecen clarísimos.

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  2. Qué envidia! Ojalá yo encontrara a alguien con quien estar sesenta años juntos. Aunque ya no creo que llegue a vivir tanto, la verdad... No obstante, esa frase que dices es fundamental "la profunda amistad". La amistad y el respeto que se forja una vez agotada la pasión inicial y la novedad de la atracción física. Porque si basamos las relaciones únicamente en el intento de prolongar la pasión y la atracción, lo más seguro es que fracasemos.
    Es difícil encontrar a alguien del sexo opuesto con quien surja una complicidad tan fuerte y tan valiosa como para no querer perderla y con quien poder conjugar además los factores de respeto, metas vitales comunes y atracción.
    Y cuanta más edad cumplimos, más difícil es.
    Yo también aspiro a esa amistad profunda con una pareja. He puesto toda la carne en el asador y tratado de reconducir mis relaciones personales en esa dirección, pero ha sido radicalmente imposible, siempre por circunstancias ajenas a mi voluntad.
    Y creo que el principal problema es que siempre enfoco el objetivo en el mismo perfil erróneo de hombre.
    Al menos, me digo yo, si quedan chicas con esta forma de ver las cosas, a pesar de los tiempos de egoísmo que estamos viviendo en general, algún chico por ahí suelto habrá con una perspectiva similar.

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