BUSCANDO ENTRE MIS RECUERDOS: EL VIDENTE
Inesperadamente, buscando entre los viejos trastos una mochila para hacer senderismo este fin de semana, me tropecé con todos los polvorientos diarios que he ido escribiendo (no de forma "diaria" como debería haber hecho, pero sí con una continuidad suficiente) desde los 14 años. Incluso conservo el de la Primera Comunión, escrito entre los 9 y 10 años, pero los que tienen un poco más de "contenido" son los que he mencionado primero.
Algunas páginas me han causado mucha emoción y otras una risa incontenible. Sobre todo, los más antiguos me han causado asombro, al ver que hace apenas diez años todo era tan diferente a como es ahora.... En mi caso, la forma de ver el mundo y las ideas sobre lo que deseaba en la vida, siguen siendo actualmente, en esencia, las mismas, pero cada nueva página de esos diarios, cada nueva experiencia, iban agotando la ingenuidad y la inocencia de los relatos iniciales.
No he leído todos de nuevo, pero ha habido un pasaje que me ha parecido muy significativo y sobre todo, que me ha arrancado una carcajada porque implica a otra amiga (Elena M. espero que te haga gracia, si no, lo quitamos de aquí).
Tal vez más adelante me atreva a extraer y transcribir fragmentos más personales o más profundos, que los hay a pesar de la juventud con que fueron escritos, pero en esta ocasión, por añoranza de la época universitaria en que el tiempo libre era utilizado de las formas más inauditas, y por el tono "freaky" de lo que cuenta, os pongo este:
"Viernes, 20 de Marzo de 1999.
Hola, voy a contar qué es eso de la J compuesta.
Esto data de Diciembre del 98, época en la cual mi querida amiga E.M. y yo nos planteamos el acudir a un vidente a que nos echara las cartas del tarot. Así lo hicimos, conseguimos el número de un tal José Antonio, que ya había hecho predicciones a la madre de la chica que nos dio el número. El hombre vive en un piso humilde, en las inmediaciones de Eugenio Gross, con su hermana. Cuando fuimos, algo nerviosas, nos prometimos no contárselo a nadie. Y así ha sido. Hasta ahora, sólo lo sabemos ella, yo, y el "vidente". Vidente del futuro no sé si será, pero del presente el pobre era más bien invidente, pues tenía un estrabismo que le unía las pupilas en el vértice de la nariz. Aún así, se manejaba muy bien y me echó primero las cartas a mí.
Me asustó nada más decir: "Un varón de su familia, con la F".
Yo dije: "Mi tío Francisco":
Y él dijo sin vacilar, como si fuese un médico: "Pues en los dos primeros meses veo una operación de cintura para abajo".
Me dijo más cosas de mi vida presente (lugares, nombres de calles, colores que me traen suerte, nombres de amistades con los que podía contar y otros de los que no debía fiarme). Lo más importante o curioso que me predijo fue:
- Que mi madre iba a tener una caída de culo.
- Que iba a haber un accidente con un coche rojo.
- Que veía robo en casa de dos plantas.
- Que me casaría y tendría un parto doble.
- Que me veía de pareja con alguien moreno y espigado y llamado de alguna forma con J compuesta, es decir, algún Jose Antonio, Jose Luis....
- Que un alma difunta me protegía (supuestamente un militar).
- Que veía una viuda joven (le dije que sería mi abuela María).
- Que veía fuego (le dije que había habido un incendio hacia años en casa de mi tío Emilio...).
- AH, y que el tal J compuesta trabajaba en un hospital o algo así.
Sólo se ha cumplido el culazo que dio mi madre.
(.....)
¿O será más bien todo una falacia y 1000 pesetas perdidas? Bueno, la experiencia mereció ese precio.
A Elena le dijo muchas cosas (Estuvo casi una hora con cada una) y que iba a consolidar una relación en Abril.
Bueno, faltan 5 días para Abril y yo no veo consolidación por ningún lado. Le gusta un chico de la clase al que apodamos "El Borde". Eso es otro tema curioso de mi vida en la facultad, los motes.
Enumeraré unos cuantos: Terceri, Capu, Fei, Rici, Oji, Amorfo, Bihidi, Lagartona, Mosqui, Indescri, Peter, Tetoni, Focanotejode, Cachas, Piji, Borde, CarlosAlberto, Napión, Disney, Guarrona, Gillette, La Power, El Wonder, El Mulder, Bético, ... y muchos más.
Estos cariñosos y sarcásticos motes son creación de Elena y mía, porque no sabemos los nombres cuado vemos a uno por primera vez y le ponemos el nombre más acorde con su aspecto y su comportamiento. Es muy divertido y facilita mucho las cosas para entendernos y cotillear sin que se sepa de qué hablamos...."
Bueno, eso ha sido todo, de lo que os prometo que concuerda bien y fielmente con lo que hay escrito en el diario.
A lo mejor no hace tanta gracia a quien no lo ha vivido, pero lo dejo ahí como pequeño homenaje a una amistad que se forjó entre libros, apuntes y unas cabezas llenas de algunos pajaritos....
Qué pena que no nos diéramos cuenta entonces de lo fácil que era nuestra vida.
E.Adriana
Jooooooo, este post es súper bonito.
ResponderEliminarComo bien dices, se nota ahí la ilusión y la ingenuidad de hace unos años, pero si lo miras bien, no hemos cambiado tanto, porque el año pasado estábamos todas en el Chipriota deseando que nos contase lo que queríamos oír de nuestro futuro...
Me encanta el post porque yo también era así, y también ponía motes a los tíos de mi clase que me gustaban.
Ay, qué bonitos aquéllos tiempos en los que todo estaba por llegar y podíamos imaginarnos una vida maravillosa a nuestro gusto...
Pero te digo una cosa: no cambiaría yo tampoco mi vida de ahora por eso. Es cierto que hay complicaciones y que se sufre más,
pero me gusta sentirme más mujer y ver que ya no soy tan niña.
No sé, cada etapa tiene sus cosas bonitas. Y por cierto: es precioso que conservéis esa amistad. A veces pienso que ojalá yo hubiera nacido antes y os hubiera podido conocer antes.
Jo tia, que fuerte, jajaja, me acuerdo de ese día, pero si te soy sincera apenas me acuerdo de lo que me dijo a mi, decía que iba a copnsolidar una relación en abril, como se columpio. Me ha hecho mucha ilu ese recuerdo casi olvidado, y ver por escrito los motes de los tios y las tías, estoy senil, porque no le pongo cara a casi ninguno, con decirte que no se quien es es "borde" que me gustaba entonces... Ayyyy la juventud y sus vivencias, pero sin lugar a dudas lo que somos ahora se lo debemos a lo que fuimos entonces, es más diría que aun todavía nos sigue quedando algo de ingenuidad, y que no se pierda.
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