lunes, 28 de diciembre de 2009

¿la sinceridad es una cualidad demasiado valorada?

Queridos mios,

En estos días me he planteado una duda existencial que me corroe por dentro, ¿ser sincero y decir en cada momento lo que uno se le pasa por la cabeza es bueno? ¿ o es mejor guardarse determinadas opiniones para salvaguardar la paz mundial?

Esta duda ha venido a mi cabeza a raiz de un desafortunado incidente que tuve en una consulta médica.Tuve que ir a ponerme unas inyecciones de cortisona durante una semana,para mitigar mis dolores lumbares,y uno de los dias en los que fui, me tocó un ats masculino y además viejuno para ponerme la medicación.Imaginaos lo embarazoso de la situación, a las 9 de la mañana, con mi espalda dolorida, en posición MIRANDO PARA CUENCA, y el ats que en un alarde de SINCERIDAD exacerbada a mi sugerencia de dónde me podía pinchar me espeta: SI DA IGUAL; SI HAY SITIO DE SOBRA!!! ( einnn, me acaba de llamar culo gordo? o ha sido una forma sutil de alabar mis lindas posaderas? estoy demasiado susceptible por mis dolores de espalda?).Si, fue humillante, lo sé, y ahí surge mi duda...¿ vamos a ver, era necesario que el ats hiciera un juicio de valor acerca de mi trasero?. En mi casa, cuando era pequeñita mi mami siempre me decía, "si vas a abrir la boca para decir algo QUE SEA AGRADABLE, si no, mejor callate".Y eso, es una frase que ha marcado toda mi vida.Llegados a este punto, me he dado cuenta que no se puede ir por la vida diciendo lo que se piensa en cada momento, que muchas veces nos tenemos que morder la lengua con jefes, compañeros de trabajo, vecinos del quinto etc...y todo por qué : PARA SALVAGUARDAR EL ORDEN Y LA PAZ MUNDIAL.Sí, suena muy apocalíptico, pero imaginaros por un momento que se instaurara el día de DECIR LA VERDAD EN TODO MOMENTO, y cuando llegaras al trabajo y tu jefe te preguntara ¿ sra gonzalez, tiene ud ya terminado el escrito que le encargue? ¿cómo que no? ha tenido desde ayer a las 20.35 pm para hacerlo...grr tú le espetaras, verá Sr. López no sólo no lo he terminado, sino que ni siquiera lo he empezado, porque estoy pensando que lo va a hacer ud con los webs...STOP, que estamos en horario infantil.

O cuando tu amiga la plasta de PEPI te pregunta, crees que he engordado estas navidades? en vez de decirle : "nooo mujer yo te veo igual", le diriamos , NIÑA TIENES LA CARA COMO UN PAN CATETO DE ALMOGíA, cómo no vas a engordar si te has comido hasta las comas del periódico. Y con los conocidos estos que siempre que te ven te dicen: "A VER SI VIENES A CASA Y NOS TOMAMOS UN CAFÉ!yo les contestaría , PRIMERO BONITA DIME DONDE VIVES QUE NO TENGO NI IDEA, NI ME HAS INVITADO EN LOS 10 años QUE HACE QUE NOS CONOCEMOS.

En fin, yo creo que esto del DIA OFICIAL DE DECIR LA VERDAD, sería muy liberador y desestresante, pero provocaría LA III GUERRA MUNDIAL, así que por eso vuelvo al principio, CREO QUE LA SINCERIDAD ESTÁ SOBREVALORADA...

FELIZ 2010, sincero o insincero, eso cómo prefiráis!!

E.G.

sábado, 12 de diciembre de 2009

La Reina que dio calabazas al caballero de la armadura oxidada

Hace una semana, una Reina de larga y rubia cabellera me recomendó la lectura del libro que da título al Post, a ella se lo recomendó otra Reina cuando pasaba momentos en los que puso en duda su Corona por culpa de un caballero de oxidada armadura. A mi me lo recomendó, y hoy he decidido empezar echarle un vistazo, su breve prólogo me ha fascinado, a ver si el resto de la novela continua causándome el mismo efecto.
Yo soy consciente de que aun no he acreditado ser una Reina, pero espero poder ganarme mi corona, porque como dice Roseta Forner, autora de la novela, no todas las mujeres son Reinas, pero pueden llegar a serlo si se lo proponen, porque al contrario que ocurre con las Monarcas de los paises, ser Reina es algo que hay que ganarse.


Aqui os dejo el prólogo.


"Detrás de toda reina existe una historia con su punto de fantasía y de vivencias que querrían ostentar el rango de olvidables, de amores que nacieron limpios y luego extraviaron el sentido, de noches de sueño ausente, de besos que nos hicieron creer que el amor era posible y de sentimientos que un día pudieron ser auténticos.
Detrás de toda reina hay una historia de corazón inocente y corona desconocida.
Detrás de toda reina hay un sueño de búsqueda eterna por cuya consecución es capaz hasta de empeñar la corona y enfrentarse a los demonios más oscuros.
Detrás de toda reina hay una historia confesable de amor perdido, traicionado, hallado, soñado, sentido, ignorado y aprendido.
Dentro de toda reina existe un alma fuerte que arriesga todo con tal de vivir su vida y alcanzar el destino de su corona."


Para todas las Reinas que conozco, que son unas cuantas.

E.M.

La vida ampulosa

Me he enganchado a la serie Gossip Girl y ahora estoy viendo todos los capítulos online. Es malillo el argumento, pero me gusta porque tiene muchos amoríos teenagers. La serie cumplía su cometido de entretenerme hasta que me he dado cuenta de que, cuando dejo de verla, y sin saber por qué, se me queda una sensación de nostalgia.

Es extraño, porque yo nunca he tenido una vida como esa, tan ampulosa. Nunca he ido a ningún sitio donde me hayan tenido que presentar de forma oficial, ni he llevado vestidos largos súper caros a fiestas que mis amigas hayan hecho en sus mansiones. Y creo que, salvo las pijas madrileñas contadas que conozco, nadie de mi entorno lo ha hecho nunca.

Y al final, me he dado cuenta de qué es lo que echaba de menos: la sensación adolescente de que todo es nuevo, y de que hay todo un mundo por descubrir. Eso es lo que, al fin y al cabo, me transmiten los protagonistas.

No es que piense que no hay ya nada nuevo para mí. Al contrario. Lo que pasa es que, cuanto mayor te haces, más "revenía" te vuelves, y las cosas las sueñas ya de otra manera que no tiene nada que ver con esa magia de la ingenuidad que tiene la adolescencia.

Antes me hacía ilusión salir todos los viernes con sandalias de 7 centímetros y que me invitaran a copas, y ahora siempre voy con zapato plano y apenas bebo. Si me hubieran dicho que me iban a invitar a cenas de periodistas cuando tenía 17 años me hubiera vuelto loca de contenta y ahora me aburren soberanamente porque es como ir trabajar, pero más arreglada. ¿Entendéis lo que digo?