jueves, 19 de junio de 2008

Mi Sándwich Mixto


MI SANDWICH MIXTO.
Mi amiga Adriana tiene la denominada “Teoría del Sándwich Mixto”, que con el permiso de ella (espero que me lo dé), paso a relataros.
Para ella, la convivencia en pareja consiste, entre otras cosas, en disfrutar de las pequeñas cosas de a vida y ella lo ilustra con la imagen de llegar a casa cualquier día de trabajo, cansados ambos, y ponerse entre los dos a preparar unos sándwiches mixtos para la cena, contarse las cosas del día o simplemente charlar de cualquier cosa, lo importante es compartir el final de la jornada con tu pareja y disfrutar del placer que supone tomarse un sándwich mixto con la persona que quieres.
En el fondo, creo que la mayoría, aspiramos a llevar a la práctica dicha teoría, yo la experimenté en su día, y sin duda aspiro, a volver a experimentarla en un futuro, cuando llegue el momento, la situación y la persona, esa conjunción astral tan retorcida, que no siempre se produce, pero que es cuestión de paciencia y azar que se produzca.

Esta teoría, vino a mi mente el pasado lunes, mientras, yo solita en mi casa me estaba preparando un sándwich mixto como dios manda, y eché de menos tener alguien a mi lado con quien compartir tan doméstica experiencia. Aún así me fui feliz para el salón a dar cuenta de mi delicioso sándwich, cuando a mitad del mismo llamaron a mi puerta. Extrañada fui a abrir, y resultó ser el chico de mis desvelos, el que hace que me inquiete, que analice sus gestos y palabras, el que me coge de la mano cuando estoy desanimada, el que me besa a veces con ternura y otras con pasión, el que me da una de cal y otra de arena, pero al final siempre me hace saber que está ahí conmigo, y que quiere estar conmigo. Mi “hombre enigmático” como yo le llamo, porque muchas veces no se lo que piensa, y me crea inseguridades; con él estoy aprendiendo una nueva forma de pareja, y es que cada hombre es distinto, y eso hace que cada relación sea distinta.

Evidentemente pasó y le invité a cenar, previamente me dio la buena ración de abrazos y besos, que sabía que yo ese día necesitaba. Acabe comiéndome la mitad del sándwich mixto que me restaba, y me di cuenta de cual era mi momento personal. No puedo aplicarme la “Teoría del sándwich mixto”, pero si la nueva “Teoría del medio sándwich mixto” y es que no tengo quien me ayude a preparar el dichoso sándwich, pero a veces aparecen por sorpresa y me ayudan a terminar el sándwich entre charlas cotidianas, guiños y cariños. Lo mejor como siempre, el postre.

1 comentario:

  1. Querida, querida, querida... Te comas medio sandwich o el sandwich entero, lo importante es que saborees a fondo cada mordisco, que despiertes tus sentidos y que, en un futuro, recuerdes el bocado sabroso que tuviste la ocasión de disfrutar, independientemente de quién lo prepare. Y por supuesto, ¡no dejes ni las migas!

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