martes, 21 de octubre de 2008

La Inmortalidada en la Memoria


Hace 10 días, leyendo el domingo El País Semanal en la cama, me crucé con un artículo de Javier Marías, en él hablaba sobre las fosas comunes de la guerra y la oportunidad o no de su exhumación, tema muy en boga en la actualidad; pero lo que me hice abordar la lectura del artículo no fue la temática, sino una frase marcada en negrita, y que era la siguiente: “cuando alguien se acaba, se ha acabado del todo excepto en la memoria”.
Esta frase me ha hecho reflexionar mucho durante todo estos días, sobre lo que somos y seremos. Por desgracia en los últimos meses la muerte ha estado presente en mi entorno, y para alguien como yo, que no creo en el mas allá, en el cielo o en el infierno, que piensa que la vida eterna no existe, cuando se produce el fallecimiento de una persona querida, el único consuelo que queda es su recuerdo.

Quizá por todo ello la frase de Javier Marías me ha hecho pensar tanto, una persona aunque muera sigue existiendo en nuestro recuerdo, y así su vida se perpetúa en nuestra memoria, con independencia de que pueda resultar un concepto bonito y proporcione consuelo a una no creyente como yo, me ha hecho reflexionar sobre la ambición humana y su deseo de pasar a la posteridad.

Yo, desconozco como se llamaban los abuelos de mis abuelos, y sin embargo se de la vida de un escritor inglés que vivió hace muchos siglos y escribió Romeo y Julieta, o de un General Romano que murió en el 44 a.C asesinado a manos de su hijo adoptivo Bruto. Son personajes cuya memoria (aunque algo distorsionada, imagino) aun pervive. Eso justifica quizá la ambición de muchas personas por hacer algo relevante en esta vida, aun recuerdo la frase de Jose María Aznar diciendo que él había vuelto a meter a España en la Historia. Se dice que todo el mundo tiene derecho en esta vida a 5 minutos de fama, pero lo que realmente ambicionamos es que nuestra fama perviva después de nuestra muerte.

Un reflejo de nuestro deseo de “inmortalidad”, de que perviva nuestro recuerdo, es el hecho de tener descendencia; son muchos los factores que empujan a las personas a tener hijos, algunos son mas egoístas que otros, que duda cabe, pero en mi opinión, uno de ellos es perpetuar nuestro recuerdo. Para nuestro hijo/a, vamos a ser durante una época de su vida una especie de héroes o ídolos, después seremos unos tiranos incomprensivos, y mas tarde si hay suerte nos querrán y respetaran a pesar de nuestros defectos y admiraran nuestras virtudes. En cualquier caso sea como sea nuestra relación con ellos, siempre viviremos en su recuerdo mientras vivan, es la garantía de esa pequeña “inmortalidad”.

En cualquier caso, como no creyente en la vida eterna que soy, creo que hay que disfrutar de la vida mientras podamos, que lo “bailao” no nos lo quita nadie, y que en contra de los que pensaban los coetáneos de Gonzalo de Berceo, la vida no es un valle de lágrimas, al menos yo, aspiro a que sea una montaña de sonrisas.


Elena M.

3 comentarios:

  1. umm, muy interesante y completa reflexión, sin embargo hay algo en lo que discrepo.
    No creo que el ser humano, como tal, busque la inmortalidad o la anhele. La historia esta plagada de intentos de perpetuar memorias e imagenes, pero no creo que sea una ambición generalizada. No la entiendo como caracteristica humana. Siempre he pensado que aquel que desea ser inmortal, es porque no vive intensamente.

    En cualquier caso, interesante vision.

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  2. Leyendo el post, me has hecho reflexionar acerca de qué es lo que nos mueve a los seres humanos a aspirar a esa inmortalidad, aunque sea en la memoria de nuestros seres queridos, y creo que es el ANSIA de VIVIR. Para las personas disfrutonas y vitalistas ( entre las que me incluyo), que tenemos serias dudas de que después de esta vida alla algo mejor, la muerte supone el fin de todas aquellas cosas que nos gustan , como puede ser una charla con un buen amigo, el abrazo de un ser querido, la lectura de un libro,la sonrisa de tu hijo...en definitiva las pequeñas cosas de la vida, que a veces no llegamos a disfrutar del todo por la vorágine en que nos vemos metidos a diario.Creo que esa es una de las razones , la otra es la VANIDAD, y reconozco, mea culpa, que tampoco estoy exenta de esa "virtud".

    Enhorabuena por el post, me ha gustado mucho.

    E.G.

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  3. No creo que se trate de la Inmortalidad que los seres humanos anhelan a veces o simple Vanidad de pasar a la historia.
    En este bendito país nuestro en el que por menos que cante un gallo ya se lía la de Dios es Cristo y somos más Quijotes que nadie cuando nos sale la vena chulita donde luego se demuestra que por la boca muere el pez pienso que las cosas pasadas pasadas son y no hace falta mover las viejas rencillas.

    También es verdad que todos tienen derecho (de un lado y de otro) a recuperar lo suyo pero sin necesidad de exaltar o remover rencores. Sino recuerdo mal hay una Ley de Memoria Histórica la cual "está teóricamente" para eso.

    Hay que saber disfrutar de la vida y de los buenos momentos que se nos brinda e intentar dejar los malos rollos y el pasado a un lado y seguir adelante. Tal como venimos, nos vamos. No nos llevamos nada de este mundo y haya o no un más allá sólo llevaremos lo vivido.

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