lunes, 16 de febrero de 2009

El amor Exaltado y los Poetas



Confieso que la poesía nunca ha sido mi género literario favorito, y que en la mayoría de ocasiones que he querido abordarla, finalmente la he dejado y es que me cuesta encontrar placer en la lectura de la poesía, sin embargo ayer noche mientras leía un artículo de SXL sobre los besos, aparecía un extracto de un poema de Becquer que me hizo sonrojar, la cita decía así "que el alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada", es una frase bonita pero bastante cursilona, y mi sonrojo vino, porque súbitamente recordé, que al princpio de la relación con mi chico, un día esa frase vino a mi mente y se la dije, inmediatamente después me avergoncé, puede que él no lo recuerde, pero me salió así.
Es una frase ñoña y cursi, diría que cuasi de adolescentes, pero supongo que la frase del enamoramiento, es así, da igual que tengas quince o veintinueve como era mi caso, de repente a tu mente acuden los pensamientos mas exaltados, yo diría que esa fase es la fase del amor exaltado, no es nada sereno.
Siguiendo con esta reflexión, recordé que en Sevilla, al comienzo del Parque Mª Luisa en su entrada por la Plaza de España (si no recuerdo mal) existe una glorieta dedicada a Bequer, es una especie de plaza ajardinada, que a principios del siglo XX los Hermanos Álvarez Quintero impulsaron y subvencionaron, para que se le dedicara a Gustavo Adolfo Bécquer y se le dedicara una escultura. Esa glorieta, también conocida popularmente como la Glorieta de los enamorados, cuenta no sólo con una efigie del poeta, y otra de Cupido, sino también un grupo escultórico compuesto por tres figuras femeninas que alegorizan los tres estadíos del amor, el amor esperanzado, el amor poseído, y el amor perdido.


Como he dicho al comienzo del post, nunca he seguido mucho la poesía, pero he de reconocer, que aunque por muchos es considerado un poeta menor, o de clichés, a mi Bécquer siempre me ha gustado, y siempre al comienzo de mis fases amorosa me ha gustado revisitarlo, supongo que me devuelve la fe a veces perdida en el amor. Aunque procuro para eso ceñirme a su obra y no a su biografía de mujeriego, que lo condujo a acabar muriendo por una enfermedad venérea.

Pero la poesía de Bécquer me ha hecho ver que nada inspira más a los poetas que el nacimiento del amor, y su fin o ausencia, quizá por lo exaltado de ambos sentimientos. En la poesía el amor sereno está más ausente, quizás por eso mismo, porque es sosegado y no inspira tanto, no remueve tanto por dentro.

Por cierto, os recominedo que cuando vayais a Sevilla visiteis la glorieta, como vereis en las fotos, la gente lleva flores como ofrenda a las estatuas, siempre me ha parecido curioso, porque son unas ofrendas paganas.

E.M.

2 comentarios:

  1. La próxima vez que vaya Sevilla me fijaré en esa estatua, gracias por enseñarnos ese rinconcito de Sevilla.Es una muestra de las diferentes fases del amor, bastante ilustrativa.

    un besazo

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  2. ¡Vaya! La del amor perdido debe de ser la chica de la izquierda. Se le nota que está un poco "rayada", jejeje.
    Mi amiga Dolores pensaba que esta estatua estaba en El Retiro (Madrid) y recuerdo que nos dimos unas cuantas vueltas buscándola, jajaja. La voy a matar.
    Reconozco que no soy muy dada a leer poesía. Tengo el típico libro de "Rimas y Leyendas" de Bécquer y es uno de mis favoritos.
    Me habría encantado conocerle. Alguien que es capaz de escribir algo tan contundente ha de tener una capacidad de amar y una sensibilidad infinitas.

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