domingo, 24 de mayo de 2009

TODAS SOMOS PRINCESAS


Como dice una muy buena amiga mía, “todas somos princesitas y así es cómo nos deben hacer sentir y ascendernos a reinas (nunca bajar)”. Para caerse de las nubes y meterse una buena piña siempre hay tiempo.

Mientras tanto consolarse (el que no se consuela es porque no quiere y aunque consuelo de muchos sea consuelo de tontos) con encontrar a una persona que nos llenara, ni feo/a, ni guapo/a, ni alto/a, ni bajo/a simplemente sentir que nos hace reír, que se nos llene el estómago de mariposas cuando nos llama, que ilumina la habitación al entrar a recogerte, que te haga sentir importante, que comparta contigo lo bueno y lo malo, en definitiva, ese alguien que todos en el fondo de nuestro ser anhelamos aunque a primera vista queramos negarlo.


A todos nos gustaría que la persona con la que compartamos nuestras vidas sea nuestro príncipe o princesa y que se nos trate igual como príncipes y princesas. No hay nada como ser correspondido y sentirse el Rey o la Reina del mundo. Sentir que el mundo es de color de rosa por unos instantes sólo porque esa persona que está a tu lado se muere por complacerte o simplemente como en un grupo de Facebook dice:

“Despertarse y que te hayan traído el desayuno a la cama. Eso pasa ¿¿o es solo en las películas?? ¿Os ha pasado?. Despertar... girarte hacia su lado, rodearle con el brazo y volver a dormir un ratito más. Despertar al notar el roce de su mano en tu pelo que te acaricia suavemente. Que bonito es mirar a esa persona cuando duerme y cuando abre un ojo para observarte, se encuentran vuestras miradas y se forma una sonrisa en vuestros labios... Buenos días cariño...”.


¿Qué haríamos sin amor?. Quizás no encontremos a ese príncipe o a esa princesa (por ello no se acaba el mundo la vida sigue) aunque con un poco de asúúcar todos sabe mejor. La vida y el destino nos marca, nos depara a todos un rumbo que solos o acompañados (mejor sino no pasa nada) debemos de afrontar. Ya se sabe que con amor todo es más fácil.

Quizás sea esta una visión dulce e idealista de lo que debería ser el amor, enamorarse de esa media naranja o medio limón que pulule sin encontrarnos aún, quizás también sea poco realista, no lo se pero por una vez me gustaría concederle el beneficio de la duda al amor.


“Princesas” de Pereza: http://www.youtube.com/watch?v=UBY1AAgP-zA


C.A.C.

5 comentarios:

  1. AINSS ESE BONITO ANHELO DE ENCONTRAR EL AMOR...IMAGINO QUE NO HAY QUE PERDER LA ESPERANZA.

    UN POST POSITIVO Y ESPERANZADOR.

    E.G.

    PD SIEMPRE NOS QUEDARA UN BAILAMOS? TEÑIDO DE CHOCOLATE

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  2. ¡¡Aayyy la esperanza!! Nunca debemos de perderla por muy oscuro que se vea el horizonte.
    Tarde o temprano encontraremos a nuestro complemento (aunque sea un bombón bailongo :p)

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  3. Ayyy... Los príncipes, a veces idealizamos el amor y esperamos a un príncipe que esté ahí siempre apuesto con su brillante armadura y adoración permanente. De vez en cuando está bien pensar en ellos así, y ellos deben de comportarse así también de vez en cuando, pero si no es facil ser princesa siempre, supongo que tampoco lo es ser príncipe constantemente.
    Un beso principesas

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  4. A veces los príncipes aparentan ser sapos por fuera, no os dejeis engañar. Con un beso y mucho cariño hasta el más bestiajo y bruto puede resultar ser el corazón más bueno y noble que os imaginéis. Sino, mirad a Shreck o a la Bestia. De todas formas, ser princesa de cuento a mí me aburre bastante. Prefiero parecerme más a Lara Croft o a la Teniente Ripley. Tienen sentimientos pero no están esperando a que les traigan el desayuno a la cama o le cubran de pétalos, porque algunos días lo harán, pero entonces, el día que no lo hagan (porque todos tenemos nuestros días), se llevarán un chasco.
    Las princesitas tal y como las entendíamos hasta ahora son una especie en peligro de extinción.
    Pero es bueno que haya de todo.

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  5. Creo que el amor requiere de tolerancia y sacrificio por ambas partes, lo cual, no casa mucho con los ideales que tenemos.

    Creo que hay muchas personas a las que podríamos amar y que podrían amarnos y que, por prejuicios, o condicionantes sociales, se desprecian.

    Lo que sí tengo claro es que todos tenemos cosas que ofrecer y por las que ser queridos y admirados.

    Y, al final, los iguales se atraen porque saben reconocerse entre ellos. Es mi verdad absoluta, y la creo firmemente (lo cual no implica que crea en el alma gemela).

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