viernes, 9 de diciembre de 2011

EL ROL DE LA MUJER

Normalmente al escribir algo para este nuestro blog comunitario (parezco el Sr Cuesta pero sin Comunidad de Vecinos) solemos escribir sobre nuestras inquietudes, nuestra visión del amor y los hombres, pequeñas historias cortas que hemos escrito a modo personal dándolas a conocer al resto, en definitiva nuestra “particular y divina visión” de la vida al igual que también nos hemos concedido la libertad de expresar opiniones en otros aspectos que ese preciso momento han estado de actualidad o que nos han llamado la atención, impactado de alguna manera tales como la ley del aborto, la muerte de grandes mitos de Hollywood (Paul Newman, Liz Taylor,…), etc. y hemos sentido la necesidad de contarlo, de expresarlo, desahogándonos, como vía de escape/evasión en cierta manera dando a nuestra imaginación las alas necesarias para plasmarlo de manera escrita.

Hoy precisamente 9 de diciembre, se celebran los ochenta años del Sufragio Universal, mediante el cual se hizo posible el voto femenino en España gracias a Clara Campoamor. Y por eso en esta ocasión me gustaría hablar sobre cómo se ha visto el papel de la mujer en la historia, sobre el rol de la mujer. No se quien dijo lo de “no soy feminista, soy femenina” y estoy totalmente de acuerdo con ello. Se nos ha considerado el sexo débil. La mujer no ha avanzado, ya que en la mayoría de los casos sigue llevando el peso de la economía familiar; y aunque parezca mentira aún a día de hoy  muchas mujeres, siguen tratando de elevar su autoestima después de muchas generaciones de sometimiento y desvalorización y de haber sido consideradas a través de muchos siglos por gran parte de las culturas, como seres inferiores sin ninguno de los derechos del hombre. A pesar de los cambios sociales y del nuevo lugar que ocupa la mujer en la sociedad, casi a la par del hombre, subliminalmente aún persisten, por un lado la necesidad de la mujer de que la proteja un hombre y en el hombre el deseo de dominarla.

Nos han hecho creer, nos han vendido la moto de que hemos mejorado, que “la liberación de la mujer” ha supuesto la hecatombe del siglo XX pero hoy en día seguimos estando en desventaja en muchos aspectos por no mencionar que seguimos cobrando menos haciendo el mismo trabajo. Bien es cierto que las mujeres somos las primeras que tiramos piedras sobre nuestro propio tejado, somos nuestras mayores enemigas, nunca vemos el lado “positivo” a la hora de valorar a otra mujer, tendemos a pensar mal y a hablar mal (la de barbaridades que se dicen en de boca de otras mujeres refiriéndose a temas como la maternidad o la conciliación de la familia y el trabajo); en algunos casos no actuamos en plan camaradería, sino que lo primero que tendemos a hacer es pensar de manera negativa sobre las demás y encima nos ponemos zancadillas, es más deberíamos apoyarnos más entre nosotras mismas que ya lo tenemos suficientemente difícil como para tener encima enemigas en nuestro propio bando; en ese sentido los hombres ya tienen un tanto ganado ya que no tienden a ser tan “perversos” entre ellos mismos.

También he de decir que en muchos casos cuando aportamos nuestra vena solidaria y aunamos fuerzas para luchar contra lo que creemos injusto somos un todo fuerte y guerreras hasta el máximo.

Según lo que hemos estudiado o hemos leído en algún momento de nuestras vidas sabemos que el movimiento feminista (cogido de wikipedia) surgió en el siglo XIX ya que se el reconocimiento de la igualdad de oportunidades y la igualdad de derechos para las mujeres. Las dificultades para obtener este reconocimiento se han debido a factores históricos, en combinación con las costumbres y las tradiciones sociales. El rol de la mujer en la sociedad se ha ido modificando a partir del ingreso masivo femenino al mercado laboral. Al igual que las mujeres de principios del siglo pasado eran educadas para casarse, tener hijos y atender un hogar y eran escasas las familias que mandaban a sus hijas a la universidad. Actualmente las estadísticas reflejan una mayor afluencia femenina en los claustros académicos con gran dedicación a los estudios, que da como resultado un mayor porcentaje de profesionales mujeres que se reciben. Por otra parte, la participación femenina ya no se limita a carreras estrictamente para mujeres, sino que abarca todos los ámbitos profesionales, habitualmente ocupados por los hombres. El nuevo rol de la mujer en la sociedad ha modificado su rol en la familia, cuyos miembros aún no han podido adaptarse a las nuevas reglas de juego.

Aunque parezca una utopía, y una tontería, a toda mujer le agrada que el hombre sea atento, sepa expresarse bien y tenga buenos modales, prefieren a los hombres que no eluden los compromisos, no sólo en sus relaciones afectivas sino en todas las oportunidades en que se enfrentan con un desafío. Nos gusta no sólo el hombre que es capaz de demostrar sus sentimientos sin preocupaciones pero también que tenga claros sus objetivos por los que luchar.


Y para terminar, una frase copiada de una página de Facebook que me gustó, quizás no tenga mucho que ver con este tema en cuestión pero creo que deberíamos tener en cuenta a la hora de valorarnos nosotros mismos (hombres y mujeres en general):

Si no te llama...NO LE LLAMES, si no te busca...NO LE BUSQUES, si no te quiere...NO LE QUIERAS, si no te extraña...NO LE EXTRAÑES, si no te escribe...NO LE ESCRIBAS. RECUERDA. El destino pone personas en tu vida, pero está en nosotros elegir y decidir quien se va y quien se queda, no daremos segundas oportunidades. Cuando hay personas que desearían que les demos la primera, VALÓRATE, QUIÉRETE Y NO MENDIGUES, NI RUEGUES. Amar simplemente se tiene, se siente y SE DA..........

C.A.C.

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