miércoles, 9 de abril de 2008

LAS METAMORFOSIS DE LOS PRÍNCIPES AZULES

LAS METAMORFOSIS DE LOS PRINCIPES AZULES.

Hace aproximadamente dos años, en mi antiguo trabajo, estando con dos de mis compañeros (también amigos) mas cercanos, un chico y una chica, él comentó no recuerdo bien a raíz de qué, “Los príncipes azules ya no existen”, Mi compañera y yo saltamos entonces, afirmando que todavía quedaban algunos y que nosotras lo habíamos encontrado.

Este momento del pasado ha venido ahora a mi mente, porque ella, mi amiga, la que me acompañó en dicha afirmación, me llamo el lunes para contarme que ella y su chico, con el que lleva saliendo desde los 17 años, 11 años juntos (que se dice pronto), y mas de 2 años de convivencia, han decidido darse un tiempo para reflexionar sobre su relación; no es una ruptura definitiva, pero se lo están pensado, de momento ya no viven juntos. A mi todo esto me ha caído como un jarro de agua fría, no sólo porque los conozco y hacían una pareja ideal, sino por lo que significa en términos generales, ¿es el amor finito? Las causas de su separación momentánea y puede que definitiva, es que habían perdido la pasión, la chispa, tenían una relación más de amigos que de pareja. ¿Tienen razón entonces esos estudios odiosos de Universidades Canadienses, Americanas o de donde sea, que afirman que el amor solo dura 5 años, y que después sólo queda el cariño? Yo me resisto a creerlo, pero cada vez se me cae un argumento más en lo que sustentar lo contrario. Quizás es que deberíamos cambiar el chip, y esperar relaciones maravillosas temporales, y no una relación maravillosa eterna.

Yo ya no creo en los príncipes azules, mi primer príncipe azul, se me metamorfoseo en rana muy pronto, de hecho a los cinco años y medio (curioso). Así que después de mi primer príncipe-rana, ya no aspiro a ningún hombre de la realeza más, me conformo con alguien que me haga sentir todo lo que me hizo sentir el otro, pero siendo consciente de sus defectos, no pienso subir en un pedestal a ningún hombre más, que luego cuando se tiran ellos solitos del pedestal, al final la que se hace daño es una por tonta, por haberlo puesto ahí.

El caso de mi amiga es diferente, a ella simplemente el príncipe le ha ido perdiendo lustre, y tiene que valorar si podrá sacárselo de nuevo, o será mejor dejarlo como amigo.

Yo, aun así, agarrándome a un clavo ardiendo, prefiero pensar, que el amor de nuestra vida está por llegar, y que indudablemente llegará, más tarde o más temprano, y sino, si no llega, chica, ¡que nos quiten lo bailao!

5 comentarios:

  1. Al final te das cuenta de que quien llega para quedarse no viene cargado, como bien dices, de joyas y de elementos principescos.

    El que aterriza a tu lado no es el que más te deslumbra, sino con el que estás más a gusto y tienes una relación más real. Y además, no se suele parecer, por lo general, en lo que habías soñado durante toda tu vida. Y puede que ni siquiera haya sólo un príncipe azul, porque los de antes no eran tales. Sólo estaban camuflados por las convenciones sociales que impedían a un hombre y a una mujer abandonarse mutuamente, aunque se odiaran.

    Aquél que sea capaz de levantar una profunda pasión en ti es porque tú lo has convertido en un Dios. En el momento el que baja a la tierra se hace persona.

    El amor convierte a los dioses en personas a las que perdonamos que tengan defectos.

    No obsante, nadie dijo que el gran albado AMOR durara para siempre. Al menos, nadie ajeno a nosotros, personillas incapaces de controlar nuestro destino.

    Sólo sé que si viviéramos en tribus con un sentimiento de pertenencia más sólido, no nos sentiríamos tan solos y tan decepcionados, en tantas ocasiones, de la gente que nos rodea.

    Y no necesitaríamos a un hombre para sentirnos completas. Al menos no a uno solo.

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  2. ¿EL AMOR ES DURADERO MÁS ALLÁ DE LOS CINCO AÑOS DE RIGOR QUE ALGUNAS UNIVERSIDADES SE HAN DEDICADO "ESTADÍCAMENTE A DEMOSTRADO"?.

    SE HA PARADO ELLOS A PENSAR SI EL AMOR ES ALGO TANGIBLE, MEDIBLE, VISIBLE... TODO EN ESTA VIDA TIENE ALTIBAJOS INCLUSO LA VIDA MISMA LA CUAL SE ENCARGA (DE VEZ EN CUANDO) DE DARTE ALGÚN PALO A LO LARGO DEL VIAJE.

    EL AMOR ESTÁ AHÍ, EN DIFERENTES FORMAS Y DURARÁ LO QUE TENGA QUE DURAR Y MIENTRAS TANTOA A VIVIR LA VIDA QUE SON DOS DÍAS.

    NADA ES INFINITO. EL TIEMPO SUELE CURAR Y PONER CADA COSA EN SU SITIO. NO CREO QUE SE ACABE TAN DRÁSTICAMENTE SIMPLEMENTE PASADOS LA PASIÓN, EL DESEO, ESA CHISPA DE LOS PRIMEROS MOMENTOS TORNARAN PARA DAR PASO AL CARIÑO AL AMOR RELAJADO, SOSEGADO. O SIMPLEMENTE LO QUE EN UN PRINCIPIO TE CEGÓ AHORA YA TE DEJA VER LAS COSAS DE OTRA MANERA.

    NO SE QUIZÁS LOS PRÍNCIPES AZULES SÓLO EXISTEN SI CREES EN ELLOS, TODOS TENEMOS EN ALGÚN LUGAR ALGUIEN QUE NOS COMPLEMENTE Y NOS HAGA SENTIR QUE EL MUNDO ESTÁ NUESTROS PIES.

    LA VIDA SIGUE Y NO PODEMOS PARARLA.

    C'EST LA VIE.

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  3. La imagen del príncipe azul no podemos dejarla de lado, aunque no lo reconozcamos conscientemente, se halla en algun recóndito lugar de la caja donde guardamos nuestras expectativas amorosas. Ahí, tirada por alguna parte, está su foto: es ése, el de mirada transparente y comprensiva, que sabe ser bonachón cuando la ocasión lo requiere y también pícaro, la encarnación del equilibrio entre la inteligencia y la humildad, el punto rebelde y la honestidad. Ese que nos parece tan mono y guapetón, pero no tanto como para ser presumido ni para temer que el resto de féminas lancen las bragas al aire ante su presencia.
    Igualmente, ellos tienen en mente, en el fondo, a su princesa, pero a estas alturas de la película, yo, sinceramente, todavía no me he enterado de cómo narices quieren que sea la princesita de los c.... (no iba a decir "cuentos" precisamente).

    Sin embargo, si bien no es bueno buscar un ideal (basta que estés buscando algo concreto para que no lo encuentres) tampoco creo que debamos renunciar ni conformarnos. Hay gente que cae en el error de perdonarle todo a su pareja, porque piensa que "nadie es perfecto" e incluso cerrarle puertas a otras personas que podrían ser las idóneas.
    Empiezas a conocer a alguien, empiezas una relación y a la vez que te vas uniendo afectivamente a esa persona, vas conociéndola. Opino que en el momento en que haya algo que nos cree serias dudas o nos disguste de esa persona (me refiero a cualidades y actitudes, no a tonterías superficiales como el gusto por la paella o las manías en el vestir), no debemos perdonarle todo por cariño o pensando que quizá sea nuestro "último tranvía".
    Hoy estuve conversando con una amiga en el almuerzo y me contó casos reales de amigos suyos que se casan "porque ya toca", gente que se compromete a una vida en común por costumbre y a veces por temor a la soledad.
    Reivindico el "derecho sentimental" de querer lo mejor para uno mismo, de poder exigirle a la pareja que mejore, que si bien hay que aceptar a cada uno como es, sin querer cambiarle, no convirtamos esa máxima en la excusa para perdonar toda clase de comportamientos egoístas e infantiles.
    Todos tenemos defectos, pero si yo lucho por ser una princesa cada día, para llegar a ser Reina de mi propia vida, para crear y compartir mi reino, mis posesiones y repartir mis riquezas interiores (porque las exteriores más bien son pocas) ¿por qué no voy a ilusionarme con encontrar a alguien que esté esforzándose por mejorarse a sí mismo, por ser mejor persona y, por qué no, por ser el príncipe de los sueños de alcoba de una princesa anónima?

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  5. Adri, me ha encantado tu comentario, es más te invito a que lo incluyas como post, ya que tiene entidad de tal, mas que de comentario. Llevas razón en todo lo que dices (como siempre jeje). No hay que renunciar como tu dices a encontrar a ese príncipe, a ese ideal, pero sin caer por amor en la ceguera, hay que saber vislumbrar virtudes y defectos y ser conscientes de qué defectos toleramos y cuales a la larga, aunque en un principio los obviemos, pueden acabar minando la relación o simplemente nuestra felicidad. Y es que desde luego, si hay una cualidad que ha de tener el príncipe que todas queremos, es que nos sepa hacer felíz.

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