martes, 16 de junio de 2009

Descontentos... ¿De qué exactamente?


¿Contendrá el Supradyn Activo algún tipo de droga que me hace ser positiva y agradecer a la vida las cosas que tengo? ¿Contendrá Prozac el filtro del agua de mi fregadero, de donde relleno la jarra de la que bebo todos los días? ¿O acaso contiene "depresores" el filtro del grifo de los demás?
Lo digo porque últimamente he observado demasiado descontento en la gente que me rodea. Y lo que más me preocupa es que ese descontento afecta a gente que me importa de verdad.
No hablo de pequeñas quejas y gruñidos como "humm, este vestido me hace el culo gordo" o "vaya... tengo que hacer mil cosas, estoy estresado, no tengo tiempo para nada...".
No hablo de los tópicos usuales en tiempo de crisis tales como "qué harto estoy de aguantar tonterías en la oficina, con la mierda que gano" o "vaya asco, me viene el recibo del IBI y este mes tengo que pedir prestado para pagar la hipoteca".
Hablo de descontento vital. :(
A veces me da por pensar si es que yo soy conformista o demasiado llana. La estabilidad económica es verdad que hace mucho, pero conozco a gente con bienestar económico que tiene un descontento del copón.
¿Acaso pretendemos que todo sea ideal en nuestras vidas?: el trabajo que nos llene y además que esté bien pagado; la pareja que nos llene en todos los aspectos de la vida y que no nos dé preocupaciones; un físico bonito para sentirnos bien cuando los demás nos miran (inducidos por los mensajes que nos bombardean a cada minuto desde la TV); tener mucho tiempo libre para cultivar nuestras aficiones, etc.
Cuando algo no nos sale como queríamos, nos frustramos. Es una reacción lógica. Pero creo que en la actualidad, esa frustración aparece a la mínima de cambio, sin darle una miserable oportunidad al tiempo para que haga su trabajo y las cosas acontezcan.
Yo me pongo tan contenta cuando veo el cielo azul, una mariquita volando y un rayo de sol, o cuando llueve y huele a tierra mojada... Sobre todo, cuando hago un "check-in" de mi cuerpo (kakunin en japonés, o sea, ua comprobación) y veo que nada me duele, ni un dedo, que la piel está sana y el corazón sigue latiendo sin que yo tenga que hacer nada en especial para darle vida.
Pero, ¿cuánta gente daría todo por sentir que no le duele nada? ¿Cuántos ciegos darían todo por ver?
Alucino cuando veo que nos quejamos (me incluyo porque a veces me quejo muchísimo, movida por la propia inercia del movimiento generalizado de insatisfacción) por cosas irrelevantes, que si las miráramos con tranquilidad antes de soltar la protesta, veríamos que son tonterías.
Lo peor es cuando ya no solamente nos quedamos en la queja, sino que nos dejamos caer en ese fácilmente adquirible estado "depre" o "plof" que nos dura varios días.
¿Acaso es necesario que un ser humano viva en sus carnes una catástrofe tan horrenda como una guerra, tenga que perder a un ser querido o sufrir una enfermedad grave, incluso estar al borde de la muerte para que valore la misma vida?
Alucino cuando veo que algunos viven como si esta vida fuera una especie de "ensayo" y no saborean ni son conscientes de los momentos buenos que a veces se les presentan. Como si se fueran a llevar a la tumba algo más que un pellejo y unos cuantos huesos cansados (con suerte, si no les repellan contra el asfalto en un accidente de coche). Como si luego fueran a poder levantarse del ataúd, mirarse las manos y decir "ufff, menudo susto, pensaba que se acababa todo con el entierro".
Los que crean en la reencarnación, bueno, pues no les digo nada. Supongo que este post no les valdrá. Aunque considerando que no van a ser conscientes de que están viviendo una reencarnación, por si las moscas, yo intentaría ver la vida como si fuera la única que tenemos o al menos, como si fuera la última reencarnación. Desaprovechar la experiencia de una vida carnal, ya que la tienes, sería absurdo.
En resumen, no entiendo por qué no intentamos fijarnos en las cosas buenas que sí tenemos y no en las que no tenemos. Sobre todos quienes vivimos realmente en un estado de bienestar de verdad. Entiendo que una persona que gane 400 euros al mes y no tenga donde caerse muerto esté desanimado. Entiendo que quien tenga uno o varios hijos y no pueda dormir pensando si mañana podrá traer algo que comer a casa, esté descontento.
Pero esta reflexión no se refiere a esas personas, espero que lo entendais. Se refiere a los demás.
Nos obsesionamos con las cosas que no nos gustan y buscamos a veces satisfacción en meros artificios sociales.

¿Por qué no buscamos un equilibrio entre los deseos de ser lo que creemos que es mejor para nosotros y los deseos de ser felices?.
Si alguien me lo puede explicar....
Es tan fácil, tan fácil, dejarse llevar por una risa y por un beso, buscar simplemente afecto, valorar a las amistades y pasar tiempo con la gente que de verdad merece la pena estar, aprender de los demás y a la vez enseñarles cosas, buscar una utilidad a este tránsito por el mundo. Pero muchos se niegan a dejarse llevar, piensan que tal vez "pierden el tiempo".
Más delito tiene aún esta actitud que os describo siendo jóvenes. Si una persona joven, que tiene fuerza y salud, ímpetu y cualidades para hacer lo que se proponga se desmotiva simplemente por la impaciencia, por la falta de satisfacción material, porque en el trabajo no le valoran, porque la rutina le come, entonces, ¿cómo se sentirá cuando sea viejo y vea que estuvo toda su juventud frustrado?

El trabajo es un medio de vida, para obtener dinero, comprar bienes de subsistencia y tal vez darnos algún placer. Si empezamos a ver el trabajo como una finalidad en sí, como una carrera contrarreloj, como una actividad que nos deba proporcionar felicidad o satisfacción siempre, nos sentiremos fácilmente insatisfechos y perderemos la óptica de otras cosas importantes.
Hay pocos trabajos de los que uno se pueda enamorar y únicamente unos pocos han tenido la suerte de encontrarlos y poder realizarlos. Trabajar en lo que a uno le apasiona no siempre es factible y no siempre se tienen aptitudes para ello.
No quiero extenderme más, simplemente os dejo este pensamiento, porque la atmósfera que me rodea últimamente, tanto en el ámbito personal como laboral, está cargada de descontento vital y, al final, no merece la pena perder el tiempo en buscar los motivos.
Sinceramente, cuando seamos viejos nos arrepentiremos del tiempo perdido en quejarnos y darle tanta importancia a tantas cosas que no la tienen.
E. Adriana.

4 comentarios:

  1. HAY UNA FRASE: "TODAS LAS COSAS TIENEN SU MOMENTO,¡BÚSCALO!".
    HAY QUE SABER BUSCAR LO QUE CADA UNO NECESITA A CADA MOMENTO, TOMARSE SU TIEMPO PERO SIEMPRE SENTIR QUE NO SE HA DEJADO POR HACER NADA ATRÁS.

    HAY OTRA FRASE QUE DICE: "YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS".
    CADA CUAL TIENE SUS PROPIAS CIRCUNSTANCIAS, SUS MOMENTOS DE ALTIBAJOS INCLUSO LOS QUE TE RODEAN PUEDEN NO SABER NI QUE ESTÁS EN UNA U OTRA SITUACIÓN.

    ES OBVIO QUE EL QUE TIENE 300€ DE SUELDO NO VA A ESTAR IGUAL DE CONTENT@ QUE EL QUE GANA 1500€ NI EL QUE ESTÁ DESEMPLEAD@ NI EL QUE POR HERENCIA YA ES MILLONARIO.
    UNO NUNCA SUELE ESTAR CONFORME CON LO QUE TIENE. SIEMPRE VA A HABER ALGUIÉN QUE ESTÉ PEOR QUE UNO MISMO. HAY QUE SABER APROVECHAR LO QUE SE TIENE Y DISFRUTAR DE LA VIDA.

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  2. Hola Adri:

    Creo que tu post está cargado de vitalismo y positividad, y es una buena manera de hacerse autocrítica sin fustigarse. En ese sentido, mi enhorabuena porque me gusta mucho como escribes.

    Ahora bien, solo quería puntuzliar algunas cosas, y es que, en mi caso concreto, cuando el desánimo me puede es porque o bien no soy lo suficientemente madura para afrontarlo, o es que hay cosas con las que uno sueña y a las que no es nada fácil renunciar.

    No obstante, estoy contigo en todo lo que dices, sobre todo cuando afirmas, aunque no expresado como yo lo pongo ahora, que nos "inventamos" lo que debería ser nuestra felicidad, y obviamos lo que ésta es realmente.

    A veces, creo yo, lo que todos necesitaríamos sería descansar un poco más de todo, sobre todo quienes echan muchas horas en el trabajo, y sentir que alguien nos mima sin exigir nada a cambio.

    Con eso, el desánimo ya se leventaría bastante.

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  3. Comprendo tu post perfectamente, yo también solía ser una persona optimista, pero últimamente a veces también me embaraga la insatisfacción, quizás porque como tu dices no le damos importancia a las cosas que realmente merecen la pena y que tenemos que disfrutar. Yo intento cambiar el chip, y afrontar la vida de nuevo con optimismo, así que voy a intentar unirme a tu carro de la felicidad, por lo pronto te digo que estoy muy optimista de cara al foin de semana;)

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  4. Empecé a escribir un comentario pero se me hizo tan largo que al final lo he puesto en mi blog.

    http://enlapecera.blogspot.com

    Para quien tenga ganas de leer :P

    Vaya mañana mas productiva que llevo en el curro... xDD

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