lunes, 12 de enero de 2009

La ingenuidad termina en decepción


Hay un dicho, que nunca me ha gustado que dice “piensa mal y acertarás”, por cosas que me pasaron un día llegue a la conclusión de que debería tenerlo en cuenta en el futuro, para estar prevenida ante futuros desengaños. Sin embargo, aunque ese pensamiento cruzó por mi cabeza, está visto que mi forma de ser se corresponde más con la de una ingenua.

A mi no me gusta hacer caso de los rumores, ya que las cosas se dicen a veces muy alegremente, la gente piensa algo que podría ser, y lo suelta sin pensar en el fundamento que eso pueda tener y del daño que puede hacer a las personas implicadas. Por otro lado, me he dado cuenta de que de una manera casi patológica tiendo a pensar en la bondad del individuo y no creo que las personas que quiero o admiro puedan ser capaces de engañar, traicionar o ser desleales a las personas que ellos quieren.

Hace tiempo me comentaron que un par de amigas habían hecho algo “moralmente cuestionable” cada una por su lado, me lo dijo un amigo, le pedí pruebas, saber si su conocimiento era de primera mano, y él me dio evasivas. Ante esa tesitura yo pensé que estábamos de nuevo ante un rumor o maledicencia, y lo olvidé. De eso hace un año ya, y ahora, de una fuente veraz, me entero que eso era cierto. El acto que cometieron mis amigas no fue contra mi ni mucho menos, pero eso no obsta para que me sienta decepcionada, se que esto quizás no es justo, porque cada uno es capaz de hacer lo que quiera y cometer sus propios errores, y yo no soy nadie para juzgarlas, de hecho esto nunca se lo comentaré a ellas, pero no puedo evitar sentirme decepcionada.

Mi decepción, es sobre ellas, pero también es decepción sobre mi misma, por ser tan ingenua y bien pensante, por esperar siempre lo bueno de las personas y no lo malo, porque pienso que con esta actitud que tengo, en esta vida me esperan muchos palos; porque me molesta que me moleste lo que hagan los demás. Porque la vida no es un cuento de hadas y quizás yo con este comportamiento mío pienso que si.

Porque me da miedo ser yo la que un día decepcione a alguien.

E.M.

3 comentarios:

  1. Los rumores son sólo eso rumores, y hay que dejarlos pasar; nadie es ni bueno ni malo todo depende de las circunstancias.

    Cada cual tiene un carácter y siempre actuaremos conforme a nuestra forma de ser aunque sepamos de antemano que nos puedan dar más palos o menos en la vida.

    Hay otro refrán que dice "Quien bien te quiere, te hará sufrir". Nos guste o no siempre quién más cerca está de nosotros es quien posiblemente nos decepcionará, etc y de hecho cuando estamos de mal humor también lo solemos pagar con quien no debemos (alguien cercano casi siempre).

    Sin querer dar una visión pesismista (y eso que suelo ver el vaso siempre lleno) no dejes nunca de ser cómo eres y de confiar en el buen hacer del ser humano (errar lo es).

    Cris.

    ResponderEliminar
  2. Yo por el contrario, a veces peco de demasiado desconfiada,lo que tampoco es bueno. Se es más feliz siendo bienpensante, pero bueno, supongo que eso va en la carga de idealismo que cada uno tenemos dentro de nosotros.
    NO obstante, pienso que cada uno debemos ser como somos, y la vida ya se encargará de darnos la razón o quitarla.
    un besazo

    E.G.

    ResponderEliminar
  3. Yo estoy menos filosófica esta tarde y me estoy preguntando "¿quienes serán esas dos amigas y qué habrán hecho?".
    En cualquier caso, a lo largo de la vida, siempre nos encontraremos con personas que nos decepcionarán, pero eso no debe hacernos empezar a desconfiar de otros ni pensar, a priori, que en cualquier instante una persona puede fallarnos.
    Todos la cagamos a veces, unos más que otros.
    Lo triste es que una vez que alguien te decepciona mucho, ya no vuelves a verle con los mismos ojos.
    Espero que no haya sido muy duro el golpe.

    ResponderEliminar