lunes, 26 de enero de 2009

Techo de Cristal


“Techo de cristal” es un concepto propio del mainstreaming y de los estudios sobre igualdad de género, y hace referencia al límite en el crecimiento profesional con el que se encuentran algunas mujeres por motivo de su género y que les impide ascender en su profesión a pesar de que sus méritos las impulsan hacia ello.

Pero no voy a hablar hoy sobre ese techo de cristal, mi duda es ¿tiene cada relación su techo de cristal? Es decir podemos encontrarnos con relaciones que una vez llegado a cierto punto no van a crecer mas. Cada relación tiene su propio ritmo, algunas van muy rápido quemando etapas, y otras van más pausadamente, algunas que van rápidas se queman por su fugacidad, y otras se consolidan con la misma velocidad que se generaron, otras más pausadas crecen lentas pero seguras y otras simplemente se estacan. Yo particularmente en la actualidad soy más partidaria de las lentas pero sin pausa, permiten un conocimiento más sereno de la otra persona y de lo que te va apeteciendo en cada momento. Sin embargo en mi ascenso pausado, miro hacia arriba, y me planteo en ocasiones, si ese cielo despejado que vislumbro está libre para que siga (sigamos) subiendo, o si a pesar de creer verlo a cielo abierto, estoy engañada y lo que veo es lo que me permite ver un techo cristalino y transparente que me está (nos está) esperándonos para frenar el crecimiento.

En mi filosofía actual, mi lema es “carpe diem” vivo el momento y disfruto lo que vivo, sigo mi ascensión con calma, pero en ocasiones surge la incertidumbre sobre la existencia de ese techo de cristal.

Si finalmente algún día me topo con él, me frenaré y esperaré para ver si el techo decide abrirse a mi, para que yo siga (sigamos) ascendiendo, no soy partidaria de ser una “rompe-techos”, los cristales rotos no son buenos, y hay pasos que hay que dar por que salen del corazón no de la obligación.

E.M.

6 comentarios:

  1. Yo no estoy seguro de que tal cosa exista... ¿hasta dónde debe crecer una relación de cualquier tipo? ¿cómo se reconoce tal cosa?

    Para mi una relación que funciona tiene dos momentos; uno en el que el amor irracional y desatado la controla en el que lo único que quieres es estar con tu pareja y el resto del mundo te sobra de largo. Este hay que vivirlo tal y como viene porque va a estar lleno de momentos únicos, geniales e irrepetibles en los que no hay mucho que pensar y si mucho que sentir, pero inevitablemente llega el día en el que los violines dejan de sonar y llega la fase dos, la de verdad, la que deja huella o deja heridas.

    En esta debería primar la amistad, pero la de verdad, no la de la costumbre; esa es para mi la clave. Mis padres llevan ¡cincuenta y cinco! años juntos y el día que falte uno el otro se ira detrás de la pena, y ¿por qué? porque encontraron el mejor amigo que han tenido en su vida el uno en el otro y así te lo dicen. La verdad es que sinceramente no creo que nunca hayan mirado hacia arriba a ver si vislumbraban un tope, solo han seguido hacia delante con la mejor de sus sonrisas, aunque también es verdad que era un mundo más sencillo de valores más claros, más simples.

    Lo que quiero decir es que igual pensamos todo demasiado, hemos visto demasiadas películas, leído demasiados artículos banales, nos encanta ponerle nombre y etiqueta a todo, volcamos demasiadas expectativas en todo y en todos, y por eso todo nos defrauda. Por eso creo que "vive el momento" es el único lema posible, te doy toda la razón.

    Y claro que debe ser sin prisas... las prisas no van a ninguna parte. Con los amigos no hay prisas, sencillamente te das cuenta de que los quieres y ya está, porque lo ha desarrollado el tiempo, los momentos. Con ellos, los de verdad, tenemos paciencia, les escuchamos, los entendemos. ¿No es acaso lo mismo? ¿que es una pareja sino un amigo/a con el que tienes además una relación física? ¿por qué este hecho suele estropearlo todo...?

    No mires hacia arriba y no encontrarás nada, solo saborea lo que tienes.

    C.

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  2. Totalmente de acuerdo contigo, amigo. Vive el momento, que no sabes dónde ni en qué condiciones estarás mañana...
    Mil besos

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  3. Bueno, yo estoy de acuerdo contigo, Cucho, pero es que Elena está matizando más. Yo supongo que lo que ocurre es que ella se plantea si hay relaciones que no van a llegar a más, concretamente hasta donde uno de los dos miembros que ama mucho al otro casi ni se atreve a imaginar por miedo a hacerse ilusiones con algo demasiado bonito.

    Supongo que habla de llegar a ese momento en el que los dos quieren dejar sus vidas separadas y construtir algo juntos.

    Elena habla de las circustancias de cada cual, de los impedimentos sociales, profesionales y sentimentales que pueden hacer que dos personas no acaben siendo compañeras.

    Creo que ella habla de su temor a que haya algo que ella no vislumbre y que la esté amenazando desde las sombras.

    Yo creo que esos miedos los tenemos todos cuando queremos a alguien, y pienso que uno mismo es muy sabio, mucho más de lo que se cree, y sabe cuándo algo es un simple miedo, o es que hay algo más que le hace intuir que la cosa no va como querría, aunque desee fervientemente hacer oídos sordos a su Pepito Grillo particular.

    No obstante, permíteme decirte, Elena, que me da en la nariz que son paranoias y fantasmas tuyos pasados los que te nublan un poco la visión de las cosas, y que, de momento, puedes volaaaaaaaaar sin miedo por tu cielo particular, aunque siempre con la debida precaución, que nunca viene mal.


    Un besazo y disfruta. Recuerda que te mereces ser muy feliz.




    Ana

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  4. Anita, has leido completamente mis miedos, mis post en ocasiones no son más que un intento de desahogo de mis preocupaciones. Afortunadamente mi Pepito Grillo no me susurra constantemente cosas, pero a veces me da la voz de alarma y entonces te planteas como te quieres ver en el futuro, y las posibilidades de que ese futuro sea así.
    No obstante yo casi más que ninguna sé que el futuro es impredicible y que si algo bueno se acaba llegará otra cosa buena en su lugar; pero que por otro lado es innato al ser humano el querer aferrase a lo que tiene en ese momento y pensar en su continuidad, en la continuidad que nos gustaría.
    En fin todas estas cosas son darle vueltas en la cabeza a algo que al final acabará cayendo por su propio peso, ya sea hacia un lado o hacia otro.

    Cucho, comparto tu opinion con que las relaciones amorosas tienen dos fases, la primera exultante y la segunda más sosegada pero llena también de momentos muy bonitos que proporciona la confianza y el cariño, y también la pasión que debe seguir existiendo aunque no sea tan novedosa como al principio.

    Yo mi problema es que para mi las relaciones no tienen techo, o por lo menos no lo tienen a priori, si luego se tuerce algo, pues se acabó y punto, pero no me planteo un límite cuando empiezo con alguién y dejo que los acontecimientos se desarrollen como vayan viniendo.

    En fin dejando de divagar, lo que estamos todos de acuerdo es que hay que disfrutar lo que se tiene y vivir el momento, porque ampliando la frase de Ana,
    TODOS NOS MERECEMOS SER FELICES.

    E.M.

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  5. A ver si soy capaz de ordenar mis ideas:
    Para empezar, suscribo totalmente lo que ha escrito Cucho (que no sé quien eres, pero si eres un hombre, ¡qué agradable sorpresa!).
    En temas amorosos las opiniones son siempre muy subjetivas, porque cada uno ha vivido sus propias experiencias sentimentales y ha observado también las de sus seres queridos y amigos más cercanos.
    Yo para estas cosas soy un poco fría y siempre mantengo el tema de la pareja en un plano paralelo, sin llegar a ser "secundario", pero sí que trato de subordinar mi bienestar amoroso a mi bienestar general y no al revés. Así he logrado que las preocupaciones sentimentales afecten lo menos posible a mi estado de ánimo general, mis rutinas, mi trabajo, etc. Aunque fácil no es, la verdad.
    Dejando a un lado mi opinión subjetiva o experiencia personal y tratando el tema de forma genérica, creo que uno no debe preocuparse ni tener miedo a darse al otro, a mostrarle sus sentimientos abiertamente, siendo consciente de que tal vez un día esa persona los coja y los tire a la papelera. Reprimirse es malo, aunque por orgullo tendemos a hacerlo. Callar también es malo. Una tiene que estar abierta a todo, es más, incluso te diría que uno no debe ver a la pareja actual como la definitiva, como si uno no fuera a encontrar nuevamente a alguien que le quiera si la relación se rompe, porque nunca se sabe qué caminos te va a ir descubriendo la vida. De la misma forma que sucede en otros ámbitos.
    Tenemos muy pocos días libres para disfrutar realmente de la vida, que ya de por sí es corta, así que no desperdiciemos tiempo en esas preocupaciones. Sí, sí, es inevitable (yo soy la primera, casi merecedora del título de "Miss Rayadas 2008" o por lo menos finalista), pero igual que uno hace ejercicios para entrenar el cuerpo, ha de hacer pequeños esfuerzos por eliminar pensamientos inútiles que en nada ayudan.
    Es absurdo intentar ver el futuro, menos aún intuirlo en los temas de relaciones personales.
    Amiga, trata de que en tu techo de cristal se vean miles de estrellas, todas esas que están ahí también, no solamente la que tienes al lado.

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