domingo, 3 de febrero de 2008

Hombres Perdidos (escrito el 11/12/2007)

Hay quien dice (sobre todo entre el género masculino), que jamás se ha enamorado. Pero yo soy de la opinión de que no todo el mundo pone el mismo nombre a las cosas.
Palabras como encoñarse, molar a alguien, enamoriscarse, y un sinfín de eufemismos sólo sirven para designar una cosa, y es que alguien sencillamente te gusta (y mucho).

Evidentemente, AMOR ya es una palabra mayor, pero ese gusanillo del alguien que te gusta y a quien quieres ver porque­... Eso es enamorarse. ¿Y sabéis qué, hombres de Dios? No pasa nada porque pronunciéis esa palabra. No va a aparecer ninguna garra que os obligue a ser esclavos de la persona de la cuál os habéis encoñado.
Pero volviendo al tema, como le decí­a un dí­a a un amigo , el estar con nadie no significa que te tengas que hacer cargo de esa persona, ni que dicho amor vaya a robarte una parte de ti. Significa que dos personas salen porque se gustan, y que aunque podrían estar solas, deciden no estarlo porque les merece la pena la compañí­a del otro. Y también, vamos a decirlo, porque siempre, aunque sea en momentos puntuales de nuestra vida, necesitamos alguien en quien apoyarnos (no siempre han de ser cosas tristes. Basta con cosas jodidas del día a día).
La culpa de todo la tienen Disney y nuestras madres Creo que el rol de las madres de nuestras generaciones ha sido muy dañino, porque de abnegadas y buenas que son, han creado una imagen de nosotras, las chicas de ahora, que no se corresponde con la realidad. Muchos hombres piensan que han de tratar a sus novias con el mismo afán que si fueran sus mamis. Es un rollo inconsciente, pero ese esl motivo por el que se agobian y huyen del compromiso. Y no, queridos, nosotras no queremos desempeñar el mismo papel que vuestras progenitoras. Queremos ser mujeres, no lo olvidéis.
Y lo peor es que nadie se para a pensar qué es lo que realmente queremos. Que no somos mujeres de antes, sino de ahora. Que sabemos cuidarnos, que trabajamos, que sabemos pedir lo que queremos, sabemos decir "sí" y "no" sin resevas, y que lo que queremos es un compañero, no un censo ni una cadena. Que queremos COMPARTIR. ¿Es eso tan difícil de entender?
Un claro ejemplo Para mí­, un ejemplo palpable de mujer de bandera son cualquiera de mis amigas. Por ejemplo, A.L. es una tí­a que además de ser atractiva, tiene un buen curro, un piso y un coche molón. ¿Creéis que necesita que alguien la cuide? NO. Lo que ella necesita es un chico que sea capaz de ver lo que tiene delante con el cual se pueda reí­r del mundo y divertirse. Alguien con quien dormir, con quien hacer el amor... Pero no alguien a quien controlar, ni alguien a quien perseguir, ni alguien que sea su esclavo ni que de repente le entregue su vida. Porque para su propia suerte, ella ya se tiene a sí misma.
Lo mismo ocurre con E.G. Ella es una chica sumamente atractiva. Tanto que le tiran los tejos gente de los dos barrios. Ingeniosa e inteligente a rabiar. Divertida como ella sola. Polifacética. Responsable con lo que requiere responsabilidad. Cachonda mental con las cosas inútiles de esta vida. Sensata , consecuente... Y buena persona. Generosa con sus amigos. Incapaz de hacer daño porque sí­. ¿De verdad alguien piensa que una tí­a así­ necesita invadir el terreno de alguien? NO. Es más, alguien que no sea un igual invade el de ella. Por tanto, E.G. necesita un chico con el que se divierta, con el que haga mucho el amor y con quien tenga una relación de igual a igual.
Y muchos chicos se las están perdiendo por miedo a... ¿¿¿Qué??? ¿A salir con sus propias madres? ¿A que los aten? ¿Es que nadie se ha parado a pensar que quizás sean ellas las que no podrí­an ser atadas jamás?
¡Ay!, hombres de hoy. No es que quiera ser feminista, pero es que os veo taaaaaaaaan perdidos... La cagáis por paranoias mentales que nada tienen que ver con la realidad. ¡Espabilad, por favor!Escrito por: Ana Parra

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