domingo, 3 de febrero de 2008

No se puede vivir con tanto veneno (escrito el 29/01/08)

NO SE PUEDE VIVIR CON TANTO VENENO.
¡Que equivocados están los hombres!, en puridad esta afirmación mía es un poco demagógica, afortunadamente no todos los hombres lo están, pero mira tu que suerte, que a mi me ha tocado estar casada con uno de ellos. Esta mañana, he realizado, el que espero que sea el último trámite que tengo que hacer con mi ex; como hemos tenido que esperar mucho tiempo en el banco, hemos estado hablando, de conocidos, familia y demás. Ha salido a colación que estoy saliendo con un chico, él me dice que se alegra mucho por mi, que entonces estoy muy bien, le he dicho que si, que lo estoy, pero que también lo estaba antes de estar con este chico, a lo que él en una alarde de inteligencia me responde, si pero, es mejor, así como estás con este chico, me tendrás menos rencor a mi ¿…? Mi cara ha sido un poema ante tal aseveración, y evidentemente no he podido quedarme callada ante tan absurda e incoherente afirmación. Así, le he hecho saber, que su comportamiento para conmigo en el pasado, el hecho de que en mi opinión me engañara y traicionara (digo en mi opinión, porque según él no fue así) y que además todo lo hiciese faltándome al respeto y de la peor forma posible, no tiene nada que ver con que yo esté con pareja o sin pareja.
Este “incidente”, me ha hecho analizar la mente de los hombres, y mas en concreto de este hombre, ¿Qué ocurre? ¿Que antes, tras él dejarme yo era una persona sola en la vida, infeliz, que necesita un hombre a su lado para estar completa? ¿Y es al tener una pareja cuando de repente vuelvo a ser feliz y olvido todo el daño que él me hizo? O quizá, el estar con otra persona significa para él que he logrado olvidarlo, y antes no lo había hecho. Sinceramente me cuesta comprender sus procesos mentales, pero analizando sus actos me doy cuenta, que me aplica a mi, lo que se ha aplicado a él, es él, el que no puede ser feliz solo (en realidad tampoco sabe serlo acompañado, pero esa es otra cuestión), él no rompió conmigo hasta que no tuvo otra, ésta es una pauta muy común en los hombres y que he contrastado con muchos casos que conozco, la mujer, pierde el amor y rompe con la pareja, aunque no tenga a nadie, el hombre, no suele dejar a su pareja hasta que no tiene recambio. Denota ésto, supongo, una dependencia emocional, que en su mayoría, no tenemos las mujeres.
Nosotras, afortunadamente, sabemos ser seres completos que no necesitamos a nadie que nos complete para ser feliz, evidentemente, muchas aspiramos a encontrar el amor, una persona que nos admire, a la que admirar, con la que compartir momentos, pensamientos, situaciones y sentimientos, en fin no os voy a explicar lo que es el amor… Pero, ni en todos los momentos de nuestras vidas, sentimos esa aspiración; y aunque no tengamos esa pareja somos menos “nada”.
Desde aquí, quiero reivindicar la vida del soltero/a, o como se dice ahora del “single”, un estado, que puede ser transitorio o definitivo, pero que no significa una minusvaloración de la persona, si se está sin pareja, es o porque no te apetece, o porque no te vas con cualquiera (no somos dependientes emocionales, que se conforman con sucedáneos) o porque sencillamente no ha aparecido quien nos valore en nuestra justa medida.
El título de este post, en honor a una canción de Shakira, que tiene otra frase que me encanta y que resulta lapidaria “pesa más la rabia que el cemento”, viene por mi, no se si se puede vivir con tanto veneno, cada vez que me toca encontrarme con mi ex, me “incivilizo” y se me remueve el daño que me hizo, y vuelvo a detestarlo como al principio de la ruptura, me surge “esa rabia”. Hoy en cierta medida me he desahogado con él, ya le he dicho, que la amistad, que él pretende conmigo es imposible, porque no lo considero una persona digna ni de mi amistad ni de mi aprecio, y que entre los dos, en realidad los “tres” siempre existirá una diferencia de altura moral. No se que pensamientos surgirán en su mente retorcida, quizás piense que en el fondo lo sigo queriendo. A lo mejor piensa que no lo he superado, pero ciertamente, ¿lo he superado? ¿en que consiste superarlo? Si superarlo significa dejar de odiarlo por el daño que me causó, quizás no lo supere nunca; y en este caso ¿Se puede vivir con tanto veneno?

1 comentario:

  1. Amiga mía: no tengo apenas tiempo de escribirte, sumida entre montañas de papeles (parece que siempre me estoy compadeciendo de mí misma por tanto trabajar, no me quejo, pero sí que me excuso por apenas poder participar en el blog), pero he entresacado unos minutos a escondidas para leer tu post. Solamente quería añadir una opinión: no sé si estarás de acuerdo tú y otras mujeres, pero a algunos hombres les encanta saber que sentimos rencor cuando nos abandonan o nos hacen una putada. Algunos son tan egocéntricos (superando el egocentrismo stándard que ya todos suelen traer "on board" cuando vienen al mundo), que incluso necesitan constatar el efecto que han causado sus acciones en nosotras. Cuando te dijo que estando con una nueva pareja eso te haría sentir "menos rencor" hacia él, creo que trataba, consciente o inconscientemente, de averiguar si le guardabas rencor, como si tú no tuvieras otra cosa que hacer cada día, cuando te levantas, que apagar el despertador y a continuación decir "mmm, sigo sintiendo rencor". Muchos tíos necesitan dejar huella, detestan ser ignorados, detestan pasar desapercibidos en la vida de una mujer que ellos han considerado importante o a la que han dedicado tiempo (su valioso tiempo que pretenden "recuperar" o "aprovechar al máximo" antes de los cuarenta años).
    Lo peor de todo, es que nosotras a veces somos tan inteligentes e indulgentes que estamos por encima de esas mediocridades y les seguimos tratando con educación, consideración y cortesía, porque el hecho de ser seres con un cerebro bastante más evolucionado que el de ellos (característica que todas traemos "on board" -implementada- cuando venimos al mundo) nos hace ser así.
    Siento que tuvieras ese mal trago, no te plantees si lo has superado o no, la verdad, nunca he entendido del todo la palabra "superar" porque si "superar" algo quiere decir "olvidarlo todo como si no hubiera pasado", es una palabra, en sí misma, que nunca verá cumplido su significado. Más que superar, yo utilizaría el término "embaulado", que no existe, pero que para mí quiere decir "arrojado a un baúl de malos recuerdos al que se le cierra y se tira la llave al mar". A veces se abre con algún porrazo, pero se vuelve a cerrar de una patada y ya está.
    Un beso.

    ResponderEliminar